El presupuesto del Ayuntamiento de Zaragoza a día de hoy es «irreal». Esta es la palabra que utiliza la concejala de Hacienda, María Navarro, que ya está trabajando en uno nuevo proyecto porque el actual «ha dejado de ser válido» fruto de la crisis del coronavirus, que le ha impedido al Gobierno de PP-Cs comenzar a ejecutar sus primeras cuentas al frente de la ciudad y que sacó adelante gracias al apoyo de Vox. «Lo que hemos ejecutado hasta ahora ha sido gasto social sobrevenido, no hemos podido iniciar nuestro proyecto por la crisis sanitaria, y ahora tenemos que centrarnos en lo importante», resume.

Aprobadas a finales de enero y con un montante de 811 millones, en Hacienda ya están pensando en un nuevo presupuesto para afrontar este 2020. Se está trabajando con una premisa, tiene que servir para hacer frente a las secuelas de la covid-19 para lo que habrá que sacrificar la inversión. Ya lo dijo el alcalde, Jorge Azcón, este viernes, «la prioridad es salvar vidas», por lo que la reforma de La Romareda, entre otros, tendrá que aplazarse.

El proyecto de presupuestos en vigor ya no se adecúa a la realidad del momento. Un mes después de su aprobación, en marzo, el consistorio empezó a enfrentarse a una retahíla de gastos que no estaban contemplados en las cuentas como consecuencia de la crisis sanitaria, que le ha obligado a adoptar medidas urgentes, sobre todo en materia de Acción Social y gasto sanitario.

Según Navarro, en iniciativas sociales ya se han destinado alrededor de «seis millones» y en Servicios Públicos ya calculan que las pérdidas por la caída de la demanda en el transporte público serán de 18 millones, aunque podrían superar los 25 si el bus y el tranvía no recuperan usuarios en septiembre. La cifra irá creciendo a corto plazo porque el consistorio tendrá que hacer frente a las compensaciones por la suspensión de los servicios que prestan las contratas. A esto hay que sumarle la inversión que han tenido que realizar para hacer posible el teletrabajo (más de 48.000 euros) y las actuaciones extra de las brigadas municipales.

SIN INGRESOS

Navarro calcula que la pérdida de ingresos va a ser de 64 millones de euros. O más. Una cuantía muy elevada que va a afectar directamente al gasto. «Ahora estamos en una economía de guerra, pero los ayuntamientos necesitamos liquidez y por eso le reclamamos al Gobierno de España ayudas», asegura. «Lo que no puede hacer es pedirnos que dejemos de cobrar tasas y no ayudarnos, porque es un esfuerzo extraordinario para los ayuntamientos y necesitamos una balón de oxígeno», insiste, muy crítica con «las exigencias estatales y la falta de apoyo institucional».

Con este panorama, Zaragoza va a tener que endeudarse para hacer frente a la crisis sanitaria pero sobre todo a la social y económica que se avecina. «Lo que nos viene va a ser duro», asegura Navarro, que lamenta que la situación de las arcas públicas que arrastra la ciudad, «la más endeuda de España», va a dificultar todavía más la gestión.

Los ingresos con los que contaba para este año se han quedado en papel mojado porque las previsiones de venta de suelo se han ido al traste (estimaban sumar 20 millones), no hay obras en las calles, y se ha aplazado el cobro de varias tasas municipales, además de que la recaudación por el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) está cayendo en picado, como los ingresos por patrimonio. La financiación que reciben del Estado y del Ejecutivo autonómico también se verá afectada. «Tenemos que ser conscientes de que la DGA también va a tener problemas por lo que es posible que no recibamos la totalidad que nos corresponde de la ley de capitalidad», explica.

La concejala insiste en que seguirán llegando gastos a los que tendrán que hacer frente y para lo que será necesario endeudarse. «Menos mal que amortizamos deuda y ahora podemos pedir préstamos, pero esto va a ocasionar muchos problemas», explica. Desde su área barajan dos opciones para hacer frente al 2020: preparar unos nuevos presupuestos o realizar una modificación completa, aunque esta última opción es la más favorable porque es más rápida. Si algo está claro es que las futuras cuentas estarán dirigidas a superar la resaca de la covid-19 y garantizar los servicios básicos.

La ejecución de las cuentas del 2020 está en mínimos por el coronavirus

La ejecución del presupuesto del Ayuntamiento de Zaragoza durante del primer trimestre de este año ha sido mínima y responde básicamente al gasto corriente y comprometido y las necesidades más urgentes. Solo se ha gastado un 17% de los 811 millones de euros, es decir, 128 millones que corresponden, principalmente a gasto de personal y Acción Social. La concejala de Hacienda explica que no han tenido tiempo de empezar a ejecutarlo porque un mes después de aprobarlo han tenido que hacer frente a las crisis del coronavirus. «Ahora ya no sirve de nada, es irreal porque no responde a las necesidades», explica Navarro. El gasto comprometido es del 51%, que corresponde a 419 millones de euros y que responden al pago de los servicios públicos y el personal. De presupuesto inicial al definitivo se han sumado 10,3 millones más que han ido a parar a Urbanismo e Infraestructuras, dos áreas de las que se detraerá dinero.