Zaragoza consolida su tendencia a la baja de los últimos años en lo que a consumo de agua se refiere. Con 59,09 hectómetros cúbicos gastados durante el 2016, una cifra casi calcada a la del año anterior (59,16), ocupa un lugar destacado en el abastecimiento doméstico: los hogares zaragozanos consumen un 26% menos que la media estatal. Cada habitante necesita al día 96 litros de promedio, un registro que en España se sitúa en 130. Incluyendo los usos agrícolas e industriales, la media asciende a 211 litros diarios por persona.

El Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) hacía balance del último año ayer, aprovechando que hoy se celebra el Día Mundial del Agua, para destacar la consolidación en las cifras que se vienen registrando en los últimos años en cuanto al consumo. Por debajo de 60 hectómetros cúbicos al año desde que se acometieron las mejoras en la red iniciadas en el 2001, cuando el consumo era de 80, el dato se ha consolidado y «seguirá estable en los próximos años», aseveró la concejala delegada del Ciclo Integral del Agua, Teresa Artigas.

Las novedades en los últimos doce meses tienen que ver más con la calidad. La edila de ZeC explicó que la captación del agua procedente de Yesa ha aumentado un 50%, pasado de los 20 hectómetros cúbicos anuales de los tres ejercicios anteriores a los 30,65, a un coste de 0,11 euros por metro cúbico, casi cuatro veces más que los 0,0338 que vale la que se abastece desde el Canal Imperial de Aragón.

Estas cifras significan que el agua procedente del Pirineo que llega a los grifos de los hogares zaragozanos ya representa el 52% de los 59 hectómetros cúbicos totales durante el 2016, dejando el agua captada del Canal Imperial en un 48%, 28,44 en total.

Otra de las novedades es el radio de abastecimiento que tiene la potabilizadora de Zaragoza. Desde el pasado 15 de diciembre se ha empezado a dar servicio al municipio de Villanueva de Gállego, con lo que se eleva a siete las localidades a las que da cobertura y un total de 40.000 personas más aparte de los residentes en la capital. Su consumo supone 4 hectómetros cúbicos al año.

Artigas admitió que estos buenos registros tienen más que ver con la gestión pasada, las inversiones recibidas en las infraestructuras de abastecimiento, aunque apostilló que se siguen haciendo en la actualidad. Así, durante el año pasado se completó la primera fase de regeneración del carbón activo de los filtros de la planta potabilizadora de Casablanca, que el año anterior cumplían medio siglo de vida útil (este año y el siguiente se acometerá la segunda fase); se ha completado la renovación de equipos integrados en el edificio de reactivos de la misma; y se está remodelando el sistema informático con el que se gestiona la lectura de datos y permite el control remoto y el telemando en los procesos del abastecimiento.

Eso en cuanto a la planta de Casablanca. El resto es una red de tuberías de 1.294 kilómetros de longitud en la que se ha ido sustituyendo progresivamente el vetusto fibrocemento por la fundición dúctil hasta conseguir que la foto fija hoy sea que este material representa 827 de ellos. El 67,5% de este sistema se considera adecuado, y el 32,5% restante deberá renovarse en los próximos años.

Solo en 2016 se sustituyeron 3 kilómetros de tubería de fibrocemento, en una red que tiene 10 más en total. En este sentido, destaca la incorporación del suministro a los vecinos de Rorre medina, en Garrapinillos. El análisis de Salud Pública es «satisfactorio» y el índice de roturas, 269 en total (0,21 por kilómetro de tubería al año) estable con respecto a años anteriores.