El estrés y la ansiedad se han convertido hoy en día en uno de los principales problemas de salud de la sociedad industrializada, lo que está acarreando un aumento del consumo de medicamentos tranquilizantes, en ocasiones, dentro de la práctica de la automedicación. Tal es así, que un informe de la Dirección General de Farmacia del Ministerio de Sanidad y Consumo reconoce que en sólo cinco años el consumo de ansiolíticos y tranquilizantes ha aumentado casi en un 40%. El consumo, según Sanidad, ha pasado de 23 millones de envases a a 33 millones en un quinquenio.

Esta ingesta excesiva de ansiolíticos es motivo de preocupación, sobre todo, teniendo en cuenta las posibilidades de adicción y otros efectos secundarios que pueden generarse por un uso prolongado o inadecuado. De ahí que la Asociación de Estudios Psicológicos y Sociales haya puesto en marcha en Zaragoza un proyecto con el objeto de ofrecer procedimientos no farmacológicos, como tratamientos alternativos o complementarios ante problemas de ansiedad y de estrés. Así esta entidad desarrolla talleres, en colaboración con el Ayuntamiento de Zaragoza, en el centro cívico Terminillo del barrio de Delicias, en los que enseña técnicas de relajación, que cada vez tienen más demanda.

Javier Garcés Prieto, psicólogo y presidente de la Asociación de Estudios Psicológicos y Sociales, subraya la trascendencia de utilizar procedimientos de relajación ante los problemas de ansiedad y estrés. "En la práctica clínica se observa que cada vez es mayor el número de personas que empiezan a tomar ansiolíticos por recomendación de amigos o conocidos que los han facilitado directamente".

Garcés recuerda que la ansiedad es el padecimiento más frecuente en la sociedad actual y la primera causa de consulta médica o psicológica, y que buena parte de los padecimientos físicos y enfermedades más habituales están estrechamente relacionados con el estrés y la falta de bienestar psicológico. "En realidad, el estrés y la ansiedad son procesos relacionados pero distintos", explica. "La ansiedad es un estado de agitación puntual que se produce como respuesta a determinados estímulos o situaciones (subir a un avión, o ante un examen). Sin embargo, con el termino estrés nos referimos al efecto que produce sobre las personas vivir en situaciones prolongadas de activación negativa. Así, una persona puede padecer estrés durante años debido a problemas de trabajo, las situaciones familiares o personales".

MANIFESTACIONES Los síntomas más evidentes de la repercusión del estrés y la ansiedad en el organismo van desde tensión y dolor muscular, dolores de cabeza, sensación de opresión en el estómago, palpitaciones, dolor en el pecho, dificultades para respirar, insomnio, sensación de cansancio, sequedad bucal, problemas de atención y concentración, pensamientos obsesivos, temblor de manos e incluso agitación.

Igualmente, se han constatado los efectos a largo plazo del estrés sobre el cuerpo como, por ejemplo, la relación directa con los trastornos cardiovasculares --primera causa de muerte en España--, los dolores musculares, los problemas digestivos, las disfunciones sexuales y alimenticias y los dolores de cabeza crónicos, entre otros. Y, más recientemente, diversas investigaciones están empezando a avalar científicamente un hecho: el estrés perjudica seriamente la respuesta del sistema inmunológico y las defensas.

Paralelamente, un gran número de investigaciones ponen de manifiesto los grandes beneficios psicológicos y físicos que se asocian a la relajación. "Las personas que practican la relajación viven más, se defienden mejor de las enfermedades y son más felices", afirma el psicólogo.