La Dirección General de Consumo está tramitando alrededor de 40 expedientes informativos a sendos establecimientos aragoneses por irregularidades relacionadas con los aparatos de rayos UVA y la salud del consumidor. La inspección, realizada en el mes de abril a un total de 69 comercios, ha concluido que el 55% (38) sigue incumpliendo la actual normativa de seguridad, que entró en vigor en todo el territorio nacional el pasado 1 de enero del 2003. La DGA les ha advertido que si en tres meses no subsanan las deficiencias, comenzarán a imponerles multas económicas.

La labor de control comenzó en mayo del 2003. En esa primera campaña, el 99% de los 158 locales visitados infringía el real decreto que regula el bronceado mediante radiaciones ultravioletas, siendo la gran mayoría de estos establecimientos peluquerías. De ahí que en esta nueva inspección, el 80% de los establecimientos visitados hayan sido servicios combinados de estética y peluquería, y en la mitad de ellos (33) se ha detectado algún incumplimiento de la normativa vigente.

No obstante, desde Consumo se destaca el "gran avance" del sector en la adaptación en este último año. "Esto revela que la campaña informativa que se hizo en su día fue muy positiva", afirman. Aunque también es cierto que muchos de los comercios dedicados a peluquería y estética decidieron eliminar estos aparatos.

En cuanto a las irregularidades que todavía persisten son, en su mayoría, relativas a la falta de información que debe facilitarse al usuario. Así, en el 51% de los casos, los establecimientos no disponían de un documento informativo en el que, advertido el usuario de las diferentes recomendaciones para el uso de estos aparatos, debe dar su conformidad. Tampoco constaba la necesidad de utilizar gafas, los riesgos que entrañan estos tratamientos para las personas con piel extremadamente blanca, la prohibición de acceder a estos procesos a los menores de 18 años o la advertencia de dejar pasar al menos 48 horas entre sesiones de radiación.

Además, algunos de los comercios siguen siendo reacios a colocar el obligatorio cartel con la advertencia de que "Las radiaciones ultravioletas pueden provocar cáncer de piel y dañar gravemente los ojos. Es obligatorio utilizar gafas de protección. Ciertos medicamentos y los cosméticos pueden provocar reacciones indeseables. No se permite su uso a los menores de dieciocho años y está desaconsejado en mujeres embarazadas". Tal y como dicta la ley.

Pero también existen irregularidades relacionadas con los propios aparatos, como la falta del distintivo CE, la ausencia de advertencias sobre los riesgos para la salud o la identidad y domicilio del responsable del mismo en la Unión Europea.

En cuanto a la instalación, en más de un tercio de los centros inspeccionados (22) no había constancia de la fecha de la última revisión, que debe ser como mínimo anual, o del recambio de los elementos consumibles de estos sistemas.

Por el contrario, en todos los centros visitados había personal responsable de la vigilancia de las sesiones que asesora directamente al usuario. Y tan sólo en un caso, la publicidad facilitada sobre los efectos de los aparatos no estaba acompañada de los mensajes de seguridad exigidos por la normativa vigente.