Aunque Aragón sigue en riesgo extremo y mantendrá sus medidas de confinamiento al menos hasta el 30 de noviembre, lo cierto es que la detección de nuevos contagios ha ido bajando en las dos últimas semanas y, entre los menores de 25 años, la positividad también ha ido a la baja desde la aplicación del toque de queda el pasado 27 de octubre.

El límite horario de las 23.00 horas, unido a la prohibición del botellón que ya se aplica desde hace meses, puede tener su consecuencia en el descenso de positivos entre este perfil de la población. Sigue existiendo la picaresca, las reuniones en domicilios particulares o en locales para celebrar fiestas, pero los números que diariamente ofrece el portal de transparencia de la DGA arrojan una bajada de las cifras desde el toque de queda. Y estas todavía caen un poco más a partir del 6 de noviembre, cuando se aplicó el cierre de bares a las 20.00 horas.

Por partes. En la semana anterior al 27 de octubre (entre el día 19 y el 26) los contagios entre los menores de 25 años superaban diariamente sobradamente los 200 casos, alcanzando los 324 en jornadas como el de octubre o los 312 el día 23 de octubre. En aquella semana la comunidad vivió días críticos, con una incidencia muy elevada y que llevó a decretar el confinamiento perimetral de las tres capitales.

Una vez que el día 27 de dicho mes se aplica el toque de queda (junto al confinamiento de todo Aragón) las cifras no mejora inmediatamente, ya que las labores de rastreo de los casos (y brotes) anteriores a dicha fecha siguen dando como resultado más contagiados. De hecho se sigue por encima de los 200 casos diarios entre menores de 24 años hasta el 31 de octubre, con jornadas elevadas como el 29 de octubre con 287 casos.

El 1 de noviembre es cuando, según los datos, la tendencia parece revertir. Durante tres días los positivos entre menores de 24 años bajan por primera vez de los 200 y se tienen datos diarios de 134 casos (1 de noviembre), 115 casos (2 de noviembre) o 154 (3 de noviembre. Es cierto que entre el 4 y el 6 de noviembre se produce un repunte y se vuelven a notificar contagios de jóvenes por encima de 200 (217 el 4 de noviembre; 210 el día 5; o 22 el día 6), pero lejos de los números que había antes del toque de queda.

Cierre de la hostelería / El cierre de la hostelería y de los comercios a las 20.00 horas en Aragón se produjo el 6 de noviembre. A partir de esta medida, a priori y según los datos, se percibe que entre los menores de 25 años los contagios todavía van más a menos y ya, en ningún momento hasta la fecha, se dan cifras de más de 200 casos diarios entre esta población.

De hecho se registran cifras medias de entre 120 y 140 nuevos positivos, pero la caída más significativa se produce a partir del 14 de noviembre. Ese día se notifican 80 casos en personas de menos de 25 años; que bajan a 42 el día 15 de noviembre. Cifras muy reducidas si se tiene en cuanta los más de 300 diarios que hubo en la semana previa al toque de queda. Esta última semana empezó con 67 jóvenes de menos de 25 años contagiados y la cifra ha ido subiendo ligeramente hasta alcanzar, en los últimos tres días, una media de 100 diarios.

En datos globales y desde que se aplicó el horario nocturno en Aragón el 27 de octubre, un total de 3.749 menores de 25 años han dado positivo en la comunidad por covid.

Los fines de semana, cuando más tienen lugar los botellones y las reuniones sociales, no parecen haber tenido desde entonces un efecto negativo en la subida de casos, por lo que la restricción horaria y en la hostelería podría estar detrás de esta cuestión.

El virus sigue sin dejarse notar en las urgencias pediátricas

Durante el mes de octubre las urgencias del hospital Infantil de Zaragoza apenas atendieron casos pediátricos de coronavirus. Se atendieron un total de 2.743 consultas de todo tipo, de las que 953 se consideraron sospecha de covid y, por tanto, se sometió a los menores a la prueba PCR. Sin embargo, solamente 27 de esas 953 resultaron ser positivas. Además, únicamente dos menores requirieron ingreso hospitalario de los casi 3.000 atendidos en octubre.

Se repite así la tendencia que ya se produjo en septiembre, cuando las urgencias por el virus fueron mínimas pese a ser un mes donde se preveía un repunte de consultas por la vuelta a las aulas. Entonces, hubo 3.085 consultas pediátricas y 1.746 se consideraron sospecha de coronavirus. Finalmente, de todas las pruebas diagnósticas realizadas solo 27 pacientes (misma cifra que en octubre) dieron positivo.

El circuito de atención en el Infantil para un caso posible se inicia en el triaje de admisión. Allí se tiene la primera toma de contacto al conocer si presenta uno de los síntomas que recoge el protocolo (fiebre, tos, dificultad respiratoria...) y, entonces, se hace un primer cribado. Después, el menor es visitado por el pediatra que, con una anamnesis más detallada, decide si se realiza PCR.