Un dispositivo de búsqueda en el que participan los bomberos de la DPZ, la Guardia Civil, miembros de Protección Civil y vecinos voluntarios sigue tratando de localizar José María Casao Marín, el vecino de Santa Cruz de Moncayo de 74 años que se encuentra desaparecido desde ayer por la mañana. Se trata de una persona con problemas de movilidad y principio de parkinson y que vivía en la localidad desde hacía dos años, en compañía de una cuidadora.

Las labores de rastreo se interrumpieron pasada la medianoche, se han retomado a primera hora de la mañana de hoy y se centran en otra zona de búsqueda, ya que se dispone de nueva información que sitúa el último lugar de avistamiento en el cruce de la carretera que sube hacia el santuario del Moncayo.

Los bomberos de la DPZ han movilizado dotaciones de los parques de Tarazona y la Alumnia, dos perros del grupo de guías caninos y un dron. La Guardia Civil también está trabajando con un perro de su servicio cinológico y va a desplazar a la zona un helicóptero.

LAS LABORES DE RASTREO COMENZARON AYER

Tras tenerse conocimiento de la desaparición, se avisó de inmediato a la Guardia Civil y se organizó un dispositivo de búsqueda en el que intervinieron, además de agentes de la Benemérita, bomberos de la Diputación Provincial de Zaragoza y miembros de Protección Civil. Asimismo, se unieron numerosos vecinos que empezaron a rastrear las afueras del pueblo y los caminos que se adentran en el campo.

En el momento de su desaparición, el hombre, de pelo y barba blancos, vestía pantalón y camiseta azul, según la descripción facilitada a los buscadores, que se dividieron en cuatro grupos.

Posteriormente, al ver que no se podía hallar al desaparecido, se recurrió a los perros rastreadores de la Guardia Civil y de los bomberos de la institución provincial. Además, un helicóptero sobrevoló el pueblo y los alrededores.

«El hombre va a todas partes con la cuidadora», señaló un vecino de Santa Cruz del Moncayo con unos 130 habitantes. «Precisamente, el único recorrido que hace solo es el que va de su casa al contenedor, porque es corto y le va bien tanto para la movilidad como para sus problemas con el azhéimer», añadió la misma persona.

Los equipos de búsqueda siguieron su labor incluso al caer la tarde y reducirse la luz solar de forma notable. Los participantes recorrieron primero las calles de la localidad, miraron en todos los solares y, solo entonces, empezaron a rastrear las afueras, tanto en la parte alta como en la parte baja de Santa Cruz de Moncayo.

Al cierre de esta edición, el dispositivo se había reducido, pero todavía había numerosas personas mirando en los lugares con menos iluminación, así como en los caminos que salen del pueblo.