Las adjudicatarias del sistema de regulación de velocidad de la línea del AVE Madrid-Lérida reclaman al GIF, la sociedad estatal de la alta velocidad, un sobrecoste de casi 260.000 euros por unas instalaciones que no han terminado, que no funcionan y sobre las que pesan graves irregularidades económicas, técnicas y administrativas reveladas en una auditoría encargada por el propio GIF.

Las anomalías, desveladas ayer por EL PERIODICO DE ARAGON, parecen no tener fin. A pesar de haberse instalado sólo 76 de los 105 paneles que forman parte del sistema de control de velocidad, el 72% del total, el GIF ya ha certificado y pagado el 82% de las obras.

El sistema sigue siendo inservible más de un año y medio después de la fecha límite de entrega fijada en el contrato y seguirá así por mucho tiempo porque otro informe del GIF revela que habrá que retirar la casi totalidad de los paneles --cronolitos-- porque están mal instalados.

Frente a esta realidad, fuentes oficiales de la sociedad estatal prefieren mantenerse al margen aduciendo que se está a la espera del estudio encargado sobre el estado del corredor del AVE. "Mientras no se sepan los resultados de la auditoría general de la línea no se va a hacer nada. No va a haber ningún tipo de actuación", apuntaron.

Las empresas contratistas, Cobra (del grupo ACS) y Alba Electrónica, han cobrado más de 1,3 millones, pero reclaman 258.000 euros más. Con estas cifras sumadas, igualarían el precio de adjudicación a pesar de no haber acabado su trabajo.

AGUJERO ECONOMICO A esta cantidad se unirían las decenas de miles de euros en los que el GIF ya habría valorado el material no empleado durante las obras de instalación del sistema pero que sí le han certificado las adjudicatarias. Esta irregularidad consta en la auditoría encargada a principios de año por la sociedad estatal, que confirma con datos cómo las mediciones reales de cables, fibra óptica, cajas de empalmes o de acometidas a la red están muy por debajo de las cuantificadas por Cobra y Alba Electrónica.

En uno de los informes, el de la estación de Delicias, se deja muy claro que los valores certificados de cables de energía y comunicaciones están "entre un 25% y un 32% por encima de los medidos". La misma situación se registró en la revisión de campo realizada en la estación de Lérida. En estas inspecciones iba personal de la auditoría, de la asistencia técnica del GIF y de las contratistas.

A estas graves anomalías se une la propia ejecución defectuosa de las instalaciones del sistema de regulación, cuya subsanación costará más de 650.000 euros y que deberán hacer frente las adjudicatarias. En la auditoría se apunta, entre otros ejemplos, la utilización de cableado defectuoso y de material que incumple el pliego de prescripciones. En el documento se llega a tildar la instalación de "deplorable" y "nefasta".