Los controles de alcoholemia y de drogas aumentarán en la ciudad de Huesca en estas próximas fiestas de San Lorenzo. Los dispositivos se reforzarán en las zonas de mayor afluencia de la capital altoaragonesa, como el recinto ferial y las peñas, con la presencia de unidades especiales y guías caninos para detectar sustancias ilegales.

La Junta local que decide el dispositivo de seguridad durante las fiestas laurentinas se reunió ayer con el objetivo de establecer un plan de prevención y de "minimizar los riesgos durante la festividad", según explicó la subdelegada del Gobierno en Huesca, María Teresa Lacruz.

Los controles, que serán más frecuentes que otros años, contarán con unidades caninas y la colaboración de la Policía Nacional y Local para detectar sustancias psicotrópicas "con el fin de que nadie vaya al volante bajo sus efectos y evitar la accidentalidad", expresó Lacruz. El resto del dispositivo se mantendrá respecto a años anteriores, con más de un centenar de policías y cuarenta efectivos de tráfico.

Además, también actuará un grupo especializado en hurtos para controlar a carteristas y evitar infracciones y robos en las calles de la ciudad.

La subdelegada del Gobierno señaló que el dispositivo de este año es "una apuesta por la labor de prevención" y ha sido diseñado para que sean "unas fiestas seguras y saludables".

Por otro lado, Huesca y la provincia han registrado por undécimo año consecutivo una bajada en el índice de criminalidad, sobre todo en los robos con fuerza en los domicilios, de los que se han cometido un 50% menos en la capital oscense respecto al año 2013.

Según datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno en Huesca, el índice de delitos ha descendido un 4,6% en toda la provincia altoaragonesa, una cifra que ha aumentado hasta el 5,4% si se refieren sólo a Huesca ciudad.