El convenio de transición justa de Andorra y su entorno, con el que se pretende reactivar la zona de Teruel afectada por el cierre de la industria del carbón, iniciará a finales de este mes el proceso de participación pública, según informaron a este diario fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Unos días más tarde de su publicación oficial, se firmará un protocolo de actuación entre las diferentes instituciones implicadas en el definitivo proceso de reconversión de la comarca, que aspira a reemplazar este defenestrado sector por una economía verde.

Previsiblemente, la ministra del ramo, Teresa Ribera, volverá a visitar Aragón para esta rúbrica, que se producirá a escasos meses de que se produzca la clausura de la térmica de Andorra, que tendrá lugar el próximo 30 de junio y marcará el punto final de este sector en Teruel, que dio ya un paso decisivo hacia su desmantelamiento con el cierre de las ultimas minas de carbón a principios del 2019.

RETRASO DEL PLAN

La puesta en marcha de este prometido convenio llega con retraso. Durante la visita que hizo a la zona en enero del 2019, la ministra del ramo, Teresa Ribera, anunció que se firmaría antes del verano del pasado año y que sería el primero contrato de este tipo que se impulsara en España. Los plazos no se cumplieron por la convocatoria de elecciones generales, la repetición de las mismas y la permanente interinidad en que estuvo el Ejecutivo central.

La formación del nuevo Gobierno ha vuelto a acelerar esta iniciativa, que tiene como objetivo mitigar los daños de la descarbonización sobre la economía y el empleo. El convenio comprometerá proyectos de inversión, financiación y la generación de un marco atractivo para atraer empresas a los municipios turolenses afectados por la defunción del carbón.

CINCO DÍAS DE PRODUCCIÓN EN LA TÉRMICA

La activación de este plan integral de desarrollo territorial es urgente en la zona, que está a punto de dar el adiós definitivo al monocultivo del carbón. A la central térmica de Andorra le quedan 25.000 toneladas de mineral, lo que que da para producir electricidad con un grupo de generación durante solo cinco días, según han informado fuentes de la eléctrica. Desde la compañía ha detallado que la planta se desconectará en la madrugada del jueves al viernes del sistema eléctrico por razones de mercado (precio) y que volverá a acomplarse cuando la situación lo hago viable de aquí al 30 de junio. Esta es una práctica habitual, a pesar del alarmismo creado por ciertos sectores.

En cualquier caso, la central estará hasta dicha fecha a merced del operador del sistema (Red Eléctrica de España). Aunque el carbón se agote, la instalación estará preparada para producir energía si así se le exigiera, bien con el uso de gas natural o con la importación extraordinaria de mineral. Pero este es un escenario remoto e improbable ya que solo se daría si ocurriera una situación extrema necesidad o emergencia.

Actualmente trabajan en la térmica 130 empleados de Endesa, tras la salida de 22 operarios en el últimos mediante recolecciones en otros centros de trabajo de la empresa en España, un proceso que continuarán en los próximos meses tal y como estaba previsto. Entre el 70% y el 80% de estos efectivos podrán además acogerse al plan de prejubilaciones lanzado por la eléctrica. En las subcontratas de la planta quedan otros 125 trabajadores, que se prevé que sigan en sus puestos hasta el cierre definitivo en labores de mantenimiento y limpieza industrial para preparar el desmantelamiento de la planta.