La llegada de un nuevo frente volvió a teñir de blanco ayer el Pirineo, donde el pasado mes de febrero hubo precipitaciones de nieve un total de 22 días, un fenómeno que hacía años que no se producía. Las consecuencias inmediatas fueron que el tráfico por carretera sufrió graves trastornos. La nevada impidió ir a la escuela a 350 niños de las comarcas de la Ribagorza, Jacetania, Sobrarbe y Alto Gállego. Según informó el Departamento de Educación del Gobierno aragonés, en total se vieron afectadas, total o parcialmente, una treintena de rutas escolares. Muchas de estas rutas fueron suspendidas en su totalidad debido al mal tiempo y otras parcialmente, en alguno de sus tramos.

En el caso de Jaca, la nevada caída por la mañana cubrió pronto las calles de la ciudad y obligó a suspender temporalmente el servicio de bus urbano. Sin embargo, tras la actuación de los servicios de limpieza, la temperatura subió y se fundió gran parte de la nieve.

Además, la nieve en la calzada dificultó ayer la circulación en muchos puntos de la red viaria de Huesca, donde continúan cerrados el puerto fronterizo del Portalet y la subida a Panticosa.

Según la Dirección General de Tráfico (DGT), las cadenas eran necesarios ayer para circular, entre otras vías, por la N-330 en Monrepós, la N-260 de Montanuy a Basnastón, la A-138 de Labuerda a la frontera, la A-1604 de Lanave a Boltaña, y la A-1605 entre Serraduy y Montanuy.

Además, en el valle de Benasque fue preciso cerrar la carretera de acceso a Llanos del Hospital. Ahora mismo, 82 personas (67 clientes y 15 empleados) permanecen en la instalación hotelera por su propia voluntad al no haber considerado necesaria su evacuación. Fuentes del establecimiento hotelero indicaron confían en que la situación mejore antes del fin de semana, cuando está previsto celebrar un campeonato de esquí.