No faltaron los tambores, ni las carracas. Tampoco las cornetas o las matracas. El pregón de Semana Santa de Zaragoza pregón de Semana Santa de Zaragozaha homenajeado a todos los cofrades de la capital. Esos que no han podido estar presentes por las exigencias del covid. Ha reivindicado su tradición y el papel que desempeñan durante todo el año pese a no poder celebrar estos días como acostumbran. Desde la unidad, esa a la que ha apelado el pregonero de este año, el jesuita Antonio José España Sánchez en la iglesia de San Carlos Borromeo. «La pandemia nos ha ayudado a crecer como sociedad en el sentido de pertenencia, a vernos en el mismo barco, la misma humanidad», ha declarado en representación de los casi 20.000 cofrades de la capital y en un templo con aforo reducido como consecuencia de la crisis sanitaria. Solo asistieron 25 hermanos mayores.

En el pregón, atípico por las circunstancias y organizado por la Cofradía del Descendimiento de la Cruz y Lágrimas de Nuestro Señora, ha podido verse y lucirse los estandartes de todas las hermandades en un emotivo audiovisual previo al discurso del jesuita, que ha invitado a todos a celebrar la Semana Santa, como también ha hecho el arzobispo Carlos Manuel Escribano. Ambos manifestaron la necesidad de trabajar por la evangelización, más si cabe en un momento como el actual, donde «hay muchos frentes abiertos y a los que tenemos que dar respuesta los católicos», ha afirmado del Arzobispo ante los pocos invitados que han asistido al acto, entre los que estaban el alcalde, Jorge Azcón, y la vicealcaldesa, Sara Fernández.

Desconexión social

«Uno de los males de nuestro siglo es que vivimos en profunda desconexión social», ha asegurado el jesuita, que ha defendido la procesión como «un lugar de encuentro». «Cargando un paso, colocando claveles. Entre los cofrades hay un número creciente que experimenta su pertenencia a un grupo local y universal», ha asegurado en referencia a la realidad que ha mostrado la pandemia, que ha afectado a todos por igual, sin distinciones. A su juicio, la crisis del coronavirus ha demostrado «que formamos una misma humanidad». Con el actor Rafa Blancas ejerciendo de maestro de ceremonias, a través de otro audiovisual los cofrades han podido presenciar la ofrenda a la Virgen en la que Mariano Julve, presidente de la Junta Coordinadora, ha depositado «el dolor, la soledad, el desvelo, el sacrificio, el esfuerzo y la entrega» de tantos durante la pandemia. Para el pregonero, «en estos tiempos de la cultura de usar y tirar, adquieren especial valor las grandes fidelidades». Con estas palabras invitaba a los hermanos a mantenerse fieles, solidarios pese a las adversidades, a celebrar la Semana Santa, a acudir a las iglesias y a «mantener encendido el fuego de la devoción».

Haciendo suyas las palabras del Papa Francisco, ha asegurado que los hermanos son «expresión de una manera legítima de vivir la fe. Un modo de sentirse parte de la iglesia», a quienes invitó a «comprometerse» y a ser «solidarios». Las jotas cerraron el acto previo a otras Semana Santa atípica.

*Puedes volver a ver el pregón aquí