La corporación visita el viaducto nuevo, que cumple 25 años

TERUEL 3 La corporación municipal visitó ayer el interior del viaducto nuevo de Teruel con motivo de su 25 aniversario. Este viaducto conecta el centro de la ciudad con el barrio del Ensanche y se construyó ante la saturación del viejo, que hoy en día se conserva con uso exclusivamente peatonal, ante el desgaste que suponía el paso constante del tráfico rodado. De esta manera, se ha mejorado su mantenimiento y se ha ralentizado su desgaste. El nuevo viaducto de Teruel tiene una longitud de 231 metros, con tres vanos de 51, 117 y 63 metros cada uno. Cada día soportaba el paso de unos 15.000 vehículos, con las consecuencias que ello tiene, así que se construyó el nuevo para evitar el cuello de botella que se formaba en el viejo, que data de 1929, y que se saturaba de todo tráfico rodado. El antiguo viaducto ya no soportaba más vehículos ni más camiones que había en los años 80. Además de mejorar en este sentido, el nuevo ha permitido un mayor desarrollo urbano en las zonas del Ensanche y la Fuenfresca. Fabricado con hormigón pretensado, tiene tres vanos y una longitud total de 231 metros. Al diseñarlo se tuvo que tener en cuenta el entorno urbano, además de la existencia de la carretera de San Julián --el trazado histórico de la carretera con dirección a Valencia-- y un edificio significativo como es el antiguo asilo. Durante su construcción se utilizó un sistema de voladizos sucesivos en el que los encofrados se apoyaron en partes del tablero ya ejecutadas con anclajes mediante cables tensados. Este sistema evitó tener que echar salmuera en el pavimento para evitar problemas de corrosión.