El anuncio de la instalación de los centros de datos de Amazon en El Burgo de Ebro, Villanueva de Gállego y Huesca ha sido un revulsivo notable para recuperar un proyecto de antes de la crisis: la mejora del corredor entre la capital altoaragonesa y Zaragoza. Este espacio de 70 kilómetros de largo por 10 de ancho concentra un buen número de infraestructuras, empresas, complejos industriales, universitarios o militares. En una reciente reunión entre el regidor zaragozano, Jorge Azcón, y el oscense, Luis Felipe, ya sellaron el compromiso de impulsar esta vía y situaron la pelota en el tejado del Gobierno de Aragón, con el que esperan reunirse próximamente.

Según los informes previos a la crisis, el eje entre Zaragoza y Huesca era uno de los más dinámicos de Aragón. Con los últimos cambios y con el aumento de la oferta de suelo urbano e industrial, el entorno ha recuperado su vigor pasado. Por eso en estos momentos ambas administraciones no consideran descabellado retomar propuestas que se hicieron en su época como la de crear un servicio de cercanías que eliminara de la autovía el tráfico que se genera por los desplazamientos laborales. Se considera que unas 15.000 personas realizan a diario el trayecto. La fecha que se baraja para la entrada en servicio será el 2030.

ENTORNO COMPETITIVO / El Ayuntamiento de Huesca, desde las concejalías de Hacienda y Desarrollo, destaca que la situación económica actual es la ideal para retomar los informes de las consultoras Europaxis y Azertia. «Nuestra labor sería propiciar un entorno favorable y competitivo que facilitara al sector privado desarrollar sus actividades y mejorar las infraestructuras necesarias», indican fuentes del consistorio.

Algunas cuestiones concretas para dinamizar el corredor ya se han puesto sobre la mesa. La principal tiene que ver con la propia ampliación de la estación intermodal de Huesca, pues en la actualidad no ofrece todos los servicios que debería. Desde el consistorio están trabajando con Adif para resolver el uso de los suelos, pendientes de cambios patrimoniales. El regidor oscense ya ha mantenido varias reuniones con los responsables de la gestora ferroviaria en este sentido.

Las mejoras propuestas para la estación permitirían, sobre todo, acabar con la limitación que supone que solo puedan estacionar un AVE y un tren convencional al mismo tiempo. La intención es duplicar esta capacidad, ampliando los andenes y los accesos desde el haz de vías. Esto supondría mejorar también el espacio de aparcamiento para los autobuses. La velocidad de esta intervención dependerá de su inclusión en los presupuestos estatales. «Sabemos dónde tenemos que llegar, pero es difícil fijar fechas», reconocen.

SERVICIOS Y OCIO / El eje Zaragoza-Huesca, en el que se encuentran municipios como Villanueva de Gállego, Zuera o Almudévar, ofrece una gran cantidad de viviendas a precios asequibles, así como suelos libres en los que se pueden desarrollar urbanizaciones, favoreciendo el crecimiento de todas las poblaciones. El objetivo último del proyecto sería «generar un corredor económico de servicios y ocio, similar, salvando las distancias, al que conforman Guadalajara y Madrid».

El eje entre Zaragoza y Huesca une polígonos logísticos como Plaza o Plhus, ambos con empresas punteras en sus sectores. Además, las empresas del resto de zonas industriales favorecen un continuo trasiego de mercancías, algo que se completa con la red de autovías que ofrecen acceso rápido y seguro a capitales como Lérida o Pamplona.

POLOS DE ATRACCIÓN / Desde un punto de vista más social el corredor permite la movilidad de los estudiantes de la universidad pública de Zaragoza y la privada de Villanueva de Gállego. Además, la actividad militar propiciada por la Academia General o el acuartelamiento Sancho Ramírez garantizan un continuo flujo humano, tanto por carretera como por ferrocarril.

En este sentido, en la actualidad se encuentra en fase de redacción un proyecto que permitirá completar la línea ferroviaria con un apartadero que dé servicio a la Plhus, uno de los lugares en los que Amazon instalará su centro de datos. Esta línea, con ancho internacional, se encuentra electrificada, vallada en todo su recorrido y sin pasos a nivel. Cuenta con paradas en Villanueva, Zuera, Almudévar y Tardienta, localidad en la que también existe estación de alta velocidad. Además, para mercancías existen apartaderos en Cogullada y en el campo de maniobras de San Gregorio. Y esto sin olvidar la existencia de un aeropuerto de referencia como el de Zaragoza y otro complementario como el de Monflorite.

El corredor de 70 kilómetros se beneficia, además, de una buena sintonía entre las dos capitales unidas. De hecho, los alcaldes han firmado un convenio de colaboración para que Huesca forme parte de las campañas de promoción y difusión turística que se realizan desde el consistorio de la capital aragonesa. Esto permitirá a los oscenses figurar como una de las excursiones posibles.

Tres tramos bien diferenciados

1. Sinergias alrededor de la capital: La capital aragonesa es el origen de la mayoría de los trabajadores y estudiantes que recorren el corredor hacia Huesca. De este modo, la actividad económica de Zaragoza es la que ofrece oportunidades de desarrollo para localidades como Villanueva de Gállego, San Mateo o Zuera. Todas ellas se benefician de la red de transporte metropolitano y de las oportunidades que se derivan del impulso logístico y del aeropuerto, referencia en el tráfico de mercancías. La mejora de las comunicaciones ferroviarias con la capital altoaragonesa o el impulso de una línea de cercanías permitiría potenciar todavía más el entorno. Entre los retos a solucionar en este tramo se encuentra el desequilibrio y aislamiento poblacional que se produce entre las dos márgenes del río Gállego. Además, es la zona del corredor en la que el precio de la vivienda está más caro, aunque previsiblemente será la zona en la que más crezca el empleo en los próximos años.

2. Especialización en la agroindustria : El eje central del corredor incluye a las poblaciones de Tardienta, Almudévar y Gurrea de Gállego. El desarrollo económico de la zona ha permitido agrupar un buen número de explotaciones dedicadas al sector agroalimentario, aunque está pendiente su reordenación para evitar problemas ecológicos. Esto permitiría potenciar el uso de recursos naturales. Esta zona, en la que se encuentran los polígonos de menor tamaño del trazado, afronta el problema de la carencia de una red de transporte público que ofrezca frecuencias interesantes para quienes se desplazan a lo largo del corredor. En la actualidad solo los vehículos particulares permiten una movilidad completa en el corredor, con el apoyo de los autobuses interurbanos y el ferrocarril. Para el desarrollo futuro se confía en la influencia del parque tecnológico agroalimentario del Aula Dei. En esta zona se encuentran igualmente un buen número de infraestructuras hidráulicas como el Canal de Monegros, así como las plantas energéticas.

3. Acceso hacia el turismo del Pirineo: Los alrededores de Huesca concentran el mayor número de localidades con capacidad de desarrollo. La finalización de la red de autovías -pues todas las infraestructuras pendientes están en obras o en sus últimas fases de licitación- supone ampliar las comunicaciones a capitales de otras comunidades como puedan ser Lérida o Pamplona, así como con la amplia oferta turística del Pirineo. Se confía plenamente en las nuevas industrias tecnológicas como foco de especialización, de forma que se puedan vincular los nuevos puestos de trabajo a la provincia altoaragonesa. El polígono Walqa es una de las infraestructuras que más debería contribuir a esta transformación. Además, los estudios realizados sobre el corredor antes de la crisis reclamaban una mejora en la oferta educativa de Huesca, de forma que se pudiera consolidar el intercambio de estudiantes. Estos factores se han resuelto en los últimos años en cierta medida.