La carretera N-221, entre y Quinto de Ebro y Gelsa, quedó cortada ayer tarde debido al corrimiento de tierras provocado por las aguas del Ebro, según anunció el director general de Carreteras, Gonzalo López Pardos, que ayer visitó el tramo afectado acompañado de técnicos de la DGA para comprobar sobre el terreno los daños y evaluar la solución a adoptar para subsanar el deslizamiento producido en esta vía de comunicación.

López Pardos dijo que la situación de la carretera es "preocupante", ya que se trata "de un deslizamiento generalizado que está socavando la ladera y no hay otra opción que cortar la carretera".

La intención de la dirección general es empezar en las próximas horas los trabajos para reponer los aproximadamente 200 metros que se encuentran afectados en torno al kilómetro 2 de la A-221.

"Inicialmente lo que vamos a ejecutar es la limpieza, primero, de la zona afectada, y la construcción de una doble escollera que proteja a la carretera del efecto de las aguas", dijo el director general.

ALTERNATIVAS López Pardos recorrió un camino agrícola que une Gelsa con Pina, que tras acondicionarlo servirá de paso alternativo a la circulación de los vehículos ligeros, mientras que el tráfico pesado tendrá, en dirección a Gelsa, que cruzar el Ebro por el puente de Pina o bien circular hasta La Azaila y tomar la carretera que lleva a Escatrón.

Según datos facilitados por Efe , la carretera A-221 tiene una Intensidad Media Diaria (IMD) en torno a los 2.700 vehículos, un 20% pesados, porcentaje que puede considerarse alto con respecto a la media registrada en las carreteras de la red autonómica.

La visita del director general sirvió para ratificar que los daños producidos desde el pasado martes, día en que se detectó el corrimiento, son mayores de lo esperado. Y sus consecuencias, también, ya que del paso alternativo a través de un carril que había hasta ahora se ha pasado a cerrar la carretera.

El empuje del río, cuya corriente es bastante fuerte en este punto, y la paulatina erosión son, según todos los indicios, las causas de los destrozos. Por ello, López Pardos señaló: "Una de nuestras primeras medidas será reunirnos con la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro) para evaluar los daños, buscar sus orígenes y encontrar soluciones que eviten que vuelvan a producirse".

DOS MESES DE OBRAS En cuanto al corte de la carretera, el director general augura al menos dos meses de obras "como mínimo". Por ello, la DGA, que es quien tiene competencias sobre este trazado, echará mano desde hoy mismo de los "procedimientos de urgencia" necesarios para licitar las obras y contratarlas.

El corte de la A-221 supone una seria molestia para varios municipios de la Ribera Baja (Gelsa, Velilla, Alforque, Alborge, La Zaida, Escatrón y Sástago) que la utilizan como principal vía de comunicación con el municipio de Quinto, capital comarcal, y con la N-232, carretera que les da el mejor acceso a localidades como Fuentes, donde se encuentran el ambulatorio médico y el instituto al que los habitantes de varias de estas poblaciones deben acudir o la propia Zaragoza.