Un transportista ha tenido un gran susto esta mañana después de ver como las ruedas de su vehículo comenzaban a incendiarse mientras circulaba por la autovía A-23 a la altura de la localidad oscense de Nueno. El camión iba cargado con amoniaco, y existía el riesgo de explosión debido a la contención de estas sustancias peligrosas. No obstante, no se han producido daños personales ni en la carga gracias a la intervención de los bomberos. La carretera, la A-23, ha permanecido cortada a lo largo de la mañana entre Sabiñánigo y Huesca, en el puerto de Monrepós sentido Zaragoza.

Según informaron fuentes de la Guardia Civil, el suceso ha ocurrido en torno a las 07.00 horas de la mañana a la altura del kilómetro 371 de la A-23, en sentido Zaragoza, cuando el conductor se ha percatado de que las ruedas de la cisterna ardían y ha podido separar la cabeza tractora del remolque para evitar males mayores. Hasta el lugar se han desplazado agentes del subsector de la Guardia Civil y los bomberos, que han dado por controladas las llamas a las 08.00 horas sin que afectaran a la carga de la cisterna.

El incendio en el camión ha obligado a cortar la autovía en ambos sentidos y la N-330, con paso alternativo por la A-123, aunque ya se ha reabierto en dirección a Jaca y en sentido Zaragoza se está desviando hacia una vía paralela, aunque la situación ya está mejorando, según fuentes del Centro de Control de Tráfico.