El tráfico ferroviario entre Zaragoza y Tudela continúa interrumpido tras el descarrilamiento el pasado sábado de un tren de mercancías en el término municipal de Cortes de Navarra. En el siniestro no se registraron daños personales.

La circulación de trenes podría restablecerse a lo largo del día de hoy, una vez que las siete grúas desplazadas al lugar de accidente consigan retirar el convoy, que pesa 600 toneladas.

El accidente tuvo lugar sobre las 10.00 horas del día 17, en el kilómetro 55,5 de la línea ferroviaria Zaragoza-Alsasua. Una plataforma hidráulica en la que se transportaban dos turbinas de 294 toneladas con destino a la central térmica de Arrúbal, en La Rioja, se desequilibró hacia uno de sus lados por causas que se desconocen y volcó posteriormente.

Mientras tanto, Renfe ha dispuesto un servicio de autobuses para trasladar a los viajeros afectados por este corte en la vía a las estaciones más cercanas con el fin de que puedan realizar desde ellas el desplazamiento en ferrocarriles ordinarios. Los viajeros que se dirigen de Zaragoza hacia Tudela dispondrán de autobuses en la estación de Delicias que les llevarán hasta la ciudad navarra, donde podrán continuar el viaje hasta su destino por vía férrea.

NUEVOS ALTARIA Por esta vía pasan los trenes que van en dirección a Zaragoza, Pamplona o Logroño, y por tanto las nuevas unidades Altaria que hoy deben iniciar su servicio desde Logroño y Pamplona hacia Madrid, y viceversa. Presentados la pasada semana, de Madrid a Zaragoza circulan con alta velocidad y a partir de ahí --hasta Logroño o Pamplona-- van por ancho normal de vía.

La central térmica de Arrúbal, a la que se dirigía el convoy, es un proyecto de Gas Natural, que comenzó sus obras hace varios meses. La construcción fue adjudicada a Siemens, empresa que era la responsable de trasladar la turbina, que se cayó del vagón a unos 500 metros de la estación de Cortes. El tren procedía de Viena, donde se han fabricado las turbinas, y en él viajaban diez personas. Avanzaba lentamente, a una velocidad en torno a los 10 kilómetros por hora.

Durante el día de hoy, una vez despejada la vía, técnicos de Renfe examinarán las vías para comprobar si existen desperfectos. En el caso de que los raíles hayan sufrido daños, el tráfico ferroviario no podría restablecerse de inmediato por razones de seguridad.