El nuevo curso político podría reanudarse el próximo día 27 si se cumple la previsión de las Cortes de Aragón. Aunque no hay convocatoria oficial, en esa fecha puede celebrarse la primera reunión de la Mesa y de la Junta de Portavoces tras el parón estival.

La Cámara arrancará el segundo año de la sexta legislatura, que comenzó en junio del 2003. Será también el sexto año del Gobierno autónomo del PSOE-PAR, encabezado por el socialista Marcelino Iglesias, primer presidente aragonés que repite mandato.

La reunión de los dos órganos de dirección de las Cortes será la primera acción de la clase política tras dos meses de vacaciones parlamentarias, en que no se han celebrado ni plenos ni reuniones de comisión en las Cortes.

Sus señorías se enfrentan al reto de aumentar la actividad legislativa, muy pobre el pasado año debido, sobre todo, a la escasa elaboración de proyectos de ley del Ejecutivo, que tiene algunas tareas pendientes desde hace años, como la Ley de Lenguas.

Las principales características de este nuevo curso político serán la desaparición del debate sobre el trasvase del Ebro --derogado en junio-- y el cambio de papeles entre las dos fuerzas más grandes, PSOE y PP. En los últimos cuatro años, el primero gobernaba en la DGA y el segundo estaba en el Gobierno central, lo que condicionaba en gran medida el tono de los debates. Ahora, los socialistas están en ambas administraciones, lo que cambiará unas y otras posiciones. Este hecho ya se pudo apreciar en los últimos meses del curso pasado.