Una cortina de nieve volvió a cubrir la ciudad de Teruel desde primeras horas de ayer. Aunque la precipitación no generara problemas para las actividades diarias de la capital ni para el tráfico, el manto de copos cubrió tejados y vehículos y obligó al uso de paraguas, devolviendo a los turolenses una imagen poco propia de la primaveral.

En el resto del territorio de la provincia la situación fue similar y tan sólo obligó al uso de cadenas en unos pocos kilómetros de carreteras en las zonas más altas de la sierra de Gúdar con alturas superiores a los 1.500 metros sobre el nivel del mar.

Este sistema de prevención también fue necesario por la mañana en la TE-V-8022 en los términos de Alcalá de la Selva y Valdelinares y en la A-228 a su paso por Mora de Rubielos. Sin embargo, la alerta se levantó a primeras horas de la tarde.