Los versos de una canción de La Ronda de Boltaña parecen anticipar el ambiente que se vive en las calles de Huesca a la espera de su 10 de agosto más atípico. Aunque no oigas cohetes, ni repiquen campanas / si huele a albahaca es fiesta en el Altoaragón. El covid ha podido con el cohete anunciador, con la polémica anual por las marialesas y con el bullicio de las peñas. Los sanlorenzos del 2020 están suspendidos y la ciudad trata de superar el golpe en detalles pequeños: el verde de los pañuelos en los balcones, la decoración de los escaparates y los planes para saltarse las restricciones que maquinan los grupos de jóvenes.

El bar Brasil era un vórtice de atracción en plenas fiestas. Lo de servir almuerzos no solo era una obligación en una mañana como la de hoy: era una actitud de servicio durante toda la semana, cuando a las seis de la mañana es hora de recuperar fuerzas. Alegría Blan, detrás de la barra, resta importancia a la suspensión de las actividades. «Volvemos a unas celebraciones como las que se vivían en los años 80», afirma animosa. No es para menos: el exjugador del Huesca Chimy Ávila acudió a su terraza para entregarle una camiseta de su nuevo club y agradecerle los buenos ratos que propicia.

VENTA DE ALBAHACA / La venta de albahaca en la plaza de Navarra da un poco de ambiente al centro de la capital altoaragonesa. Ni rastro de los puestos instalados por las peñas para captar socios, ni de vendedores ambulantes o casetas de alimentación. El entorno del palacio de Congresos está desierto y los carteles que deberían anunciar conciertos, orquestas y demás atractivos musicales han desaparecido. «El año pasado no tuvimos suficientes plantas para todos, ahora nos tendremos que llevar muchas de ellas sin vender», explica la florista Dunia Archeaga bajo la carpa que instala SiPlant. Las ventas también han caído para la familia de Mercedes Abarca. «Lo hacemos por tradición, porque son las fechas», indica ante la bajada de compradores. Llevan acudiendo con sus plantas a la plaza de Navarra desde 1987. No hay fiestas, pero sí que hay recuerdos. Estos días han tenido muchas ventas de ramos sueltos que las familias llevarán al cementerio para tener presentes a los que no están.

ALMUERZOS / Esta víspera tampoco tendrá almuerzos, una tradición algo espúrea que ha tomado mucha fuerza en la última década._Cuadrillas de amigos reservaban su espacio en los bares con meses de antelación. Ahora solo se permitirán reuniones limitadas, respetando los aforos que marca la nueva normalidad. Algunos bares de referencia como el Oscense han decidido cerrar. Dicen que no les sale rentable. El ambiente será muy diferente al habitual, al menos en la calle. «Se da por hecho que las cosas siempre salen igual, una situación como esta no hará valorar más las cosas que pasan», reflexiona la administrativa Ana Rodríguez en uno de los bares de la plaza de la catedral. Suspendió la reserva que tenía «por responsabilidad».

Esta llamada a la solidaridad y a estrechar lazos familiares también se ha realizado desde la alcaldía. «Este San Lorenzo es para vivirlo desde lo más íntimo, pues está en juego la salud de todos y queremos celebrar unas fiestas en el 2021 en las que estemos todos», aseguró el regidor Luis Felipe en un vídeo difundido para concienciar a los vecinos.

El consistorio ha anunciado que en los próximos días el despliegue de seguridad para evitar aglomeraciones será similar al de un día de fiesta normal. Hará falta para disolver algunas de las celebraciones clandestinas que preparan los grupos de jóvenes. Los almuerzos se desplazarán del centro de la ciudad a pisos, casas de estudiantes o localidades cercanas. Es lo que tiene San Lorenzo, que a veces hace falta que alguien se tire vino por encima para entrar en calor. Aunque no suene una charanga cercana.

VACACIONES DE AGOSTO / Huesca ha despertado del letargo del mes de julio en las últimas semanas. La llegada del patrón ha animado algo la hostelería y en los bares de los porches de Galicia se ven grupos de turistas que bajan del Pirineo a conocer la ciudad. Por otro lado, con el anuncio de la suspensión muchas familias aprovecharon para organizar sus vacaciones esta semana.

El verde llena los balcones, sea en las macetas o en las pañoletas. En las mascarillas los colores preferidos por los oscenses son el azul y el rojo, conmemorando el segundo ascenso del Huesca a la primera división. Además, algunas peñas han puesto a la venta tapabocas con sus logos para financiar sus actividades después del roto que la suspensión puede provocar en sus balances. La parte buena es que habrá más tiempo para demostrar creatividad en las pancartas del próximo año.