Cuentan muchos comerciantes que el 2020 comenzó muy bien. Los efectos de la anterior crisis se desvanecían y el consumo estaba creciendo. La campaña navideña no fue mala y enero fue un buen mes a pesar de la temida cuesta. Pero llegó el covid y con él las comparaciones se han hecho, todavía si cabe, más odiosas. Aunque, eso sí, “teniendo en cuenta como están las cosas”, muchos establecimientos dan por salvado el año y la temporada de Navidad, a pesar de que la caída de las ventas ha llegado hasta el 20% según algunos comerciantes.

A la campaña navideña le faltan por dar los últimos coletazos y después, las rebajas servirán de salvavidas para muchas tiendas que tratan de competir con las grandes superficies. Si bien, algunas de ellas, han adelantado el periodo de descuentos para tratar de ganar clientes durante el mes de diciembre. “Ha estado muy bien, y eso que noviembre fue desastroso”, explica Teresa García Romero, de la tienda de ropa Tress, en la calle Don Jaime de Zaragoza. En este establecimiento comenzaron a aplicar rebajas en sus productos en el Black Friday y desde entonces no las han retirado. “Creo que por eso nos ha ido bien. Como hemos tenido promociones durante todo el mes, la gente ha venido aquí en vez de a otros sitios”, opina la comerciante. Eso sí, las previsiones a corto plazo no son demasiado buenas: “Enero y febrero van a ser meses malos”. Después de Reyes solo se espera incertidumbre.

Desde la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios de Zaragoza, Ecos, apuntan a que ese descenso en la facturación, en términos generales, no ha sido tan acusado. Su presidente, José Antonio Pueyo, explica que las ventas han caído en Navidad en torno a un 5%. “La gente ha cumplido con sus compromisos y ha comprado los regalos”, comenta, pero se ha gastado menos y se ha buscado más practicidad. Ese 5% de caída con respecto al año es lo que esperan también para el periodo de rebajas. “La confianza en el consumidor está bajo mínimos y el miedo a los contagios va a hacer que la gente visite menos las tiendas”, dice Pueyo. Asimismo, las restricciones impuestas por el Gobierno de Aragón, que limitan el horario de cierre de los establecimientos a las 20.00 horas, hará disminuir el “tráfico de personas”. Este año, además, la inflación es negativa, por lo que “costará recuperar los mismos niveles de facturación. Muchos negocios, eso sí, cuentan con más estoc que otros años ya que hay muchos productos, sobre todo de ropa y calzado, no se han vendido tanto a lo largo de los últimos meses.

Y ese mal pronóstico se nota en el empleo. Según la empresa de gestión de recursos humanos Adecco, se prevé que las contrataciones en España durante los dos primeros meses del año caigan entre un 5 y un 10% con respecto al año anterior. Aun así, la campaña supondrá que en la comunidad se hagan unos 5.600 contratos nuevos, la mayoría de los cuales nacerán en Zaragoza (4.892), seguida de Teruel (440) y Huesca (280).

En su pequeña tienda de zapatillas de deporte en El Tubo zaragozano, Eduardo Franco está ya etiquetando los productos con los nuevos precios. Empezará ahora con los descuentos y prevé que tenerlos vigentes “durante un mes o un mes y medio”. “Las rebajas benefician más a los grandes operadores, a los pequeños nos sirve para renovar las colecciones, no para salvar la temporada. Muchas veces vendemos por debajo de nuestro margen”, explica Franco. Esta Navidad, en la caja registradora de su negocio, Stadium Sport, ha entrado “un 30% menos que otros años”. “Ha sido una campaña floja”, cuenta.

Pero las perspectivas varían según quién responda, porque desde la asociación de comerciantes Zaragoza Centro cuentan que “están muy satisfechos” para lo que esperaban, ya que incluso llegaron a temer que las autoridades sanitarias decretaran el cierre de muchos comercios. “Ha sido un buen año teniendo en cuenta el covid. Muchas tiendas han trabajado bien aunque no todas han tenido rebajas. La gente se ha volcado con el pequeño comercio, o al menos esa es nuestra sensación”, comenta agradecida la responsable de eventos de esta organización, Pilar Muñoz, que aun así reconoce que las ventas no han llegado a todos por igual. Según sus cifras, el descenso de las ventas rondaría el 20% con respecto al año pasado.

Ella misma regenta una tienda de vestidos de novia y de fiesta, Sisinia, y asume que enero no será sino la continuación de una cuesta que no ha parado de crecer desde marzo. “Este año ni hemos tenido nochevieja, ni fiestas de pueblos, ni nada. Sobrevivimos gracias a nuestros ahorros, pero cuando se acaben…”, advierte Muñoz. Su esperanza es que, después de los fríos meses de invierno, cuando las rebajas ya hayan pasado, comiencen a celebrarse bodas. “Tenemos un montón de vestidos hechos de los que solo nos han pagado la señal. A ver si los podemos entregar este año”, rogaba la empresaria al 2021.