El CRA Luis Buñuel de Pinsoro, en Zaragoza, ha sido premiado con el Premio Nacional de Educación para el Desarrollo Vicente Ferrer 2018. Este galardón reconoce experiencias educativas, proyectos o propuestas pedagógicas realizadas durante el curso académico destinadas a sensibilizar, concienciar, desarrollar el espíritu crítico y fomentar la participación activa del alumnado en la consecución de una ciudadanía global, solidaria, comprometida con la erradicación de la pobreza y sus causas, y el desarrollo humano y sostenible. Un total de 15 centros educativos sostenidos con fondos públicos han obtenido el premio en toda España.
Este centro integra las aulas de las localidades de Bardenas, El Bayo, El Sabinar, Pinsoro, Rivas, Santa Anastasia y Valareña. A través de distintos proyectos y actividades ha desarrollado un proceso educativo en el que está implicada toda la comunidad educativa que persigue generar una ciudadanía global, crítica y activa, comprometida en la construcción de una sociedad solidaria, justa y equitativa.
Precisamente, para conseguirlo han puesto en marcha el Proyecto de centro Emocionarte en el que todo el profesorado y el alumnado de estas siete localidades trabaja las emociones a través del arte.
SOLIDARIDAD
Además, en tutoría han incorporado la filosofía para niños para favorecer el pensamiento crítico y todos los cursos realizan las Jornadas de Socialización y Gamificación en las que participa el alumnado de todos los niveles educativos.
Su programa también tiene una parte solidaria, para lo que han organizado una feria solidaria cuya recaudación sirve para ayudar a los niños y niñas de León (Nicaragua), ciudad con la que están hermanados estos municipios.
Su interés por la ciudadanía global ha hecho que el CRA Luis Buñuel participe en el proyecto Global Schools, financiado por la Unión Europea y que se lleva a cabo en diez países europeos. En España, este programa se ha desarrollado en la provincia de Zaragoza liderado por la Diputación Provincial de Zaragoza en colaboración con el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, con la Universidad de Zaragoza, con la Federación Aragonesa de Solidaridad y con el Ayuntamiento de Zaragoza.
Aunque el proyecto concluye en diciembre, son muchas las acciones que se han realizado desde su comienzo en el 2015. A diferencia de lo que ha sucedido en otros países, en Zaragoza se ha involucrado a todos los agentes que intervienen o pueden intervenir en educación.
De esta manera, se ha realizado formación dirigida a miembros de ONG, al alumnado universitario, a las familias y al profesorado. En lo que respecta a los maestros, se han realizado actividades formativas en varios de los centros como el Juan de Lanuza de Zaragoza además de en Ejea y Calatayud. Estos cursos y seminarios tenían el objetivo de favorecer un cambio de mirada en el profesorado para que se pueda abordar e integrar el trabajo en el aula desde la perspectiva de la ciudadanía global.
