El presidente de la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA), Javier Callizo, ha calificado de "preocupante" el incumplimiento del déficit financiero en la Comunidad, aunque se ha mostrado confiado en que las medidas adoptar para paliar esta situación no afecten a las empresas aragonesas.

Callizo ha hecho esta afirmación en una comparecencia de prensa hecha en Huesca como presidente de la patronal oscense para informar sobre los resultados del Índice de Confianza Empresarial en la provincia altoaragonesa respecto a segundo semestre de 2013 y las previsiones de los empresarios para la primera mitad de 2014.

En respuesta a una pregunta de los medios de comunicación, ha asegurado que el nivel de déficit sea superior al fijado por el Gobierno central sería "preocupante" ya que la generación de nueva deuda pública impediría desarrollar una política económica activa.

Por esta razón, el presidente de la CREA ha expresado su confianza en que el Gobierno aragonés llegue a un "entendimiento" con el Ejecutivo central que permita determinar con claridad si el déficit real de 2013 superará los 200 millones de euros, en un porcentaje superior al 1,3 por ciento establecido para la Comunidad.

Sin embargo, ha asegurado que este déficit, si se confirma, ha tenido una "contrapartida positiva", el lanzamiento por parte del Gobierno aragonés del Plan Impulso, que, según ha afirmado, ha propiciado la creación de 4.000 empleos directos y un número sin determinar de indirectos.

Callizo ha apuntado como posible causa del déficit una previsión de ingresos por parte de la Consejería de Hacienda del Gobierno aragonés por debajo de los previsto inicialmente.

Tras señalar que la creación de empleo depende de la actividad empresarial, ha advertido que "cualquier medida correctora que vaya a reducir la capacidad de las empresas para moverse no será positiva".

En su comparecencia, el responsable empresarial ha explicado que las entidades financieras han experimentado un cambio de actitud desde principios de este año que les ha llevado a salir para ofertar financiación a las empresas españolas en general y aragonesas en particular.

Según ha explicado, las entidades más "fuertes" que habían optado por buscar otros mercados en el exterior, principalmente en Sudamérica, son las que han marcado un cambio de rumbo en su actividad financiera.

A su juicio, la administración también debe "profundizar" en las medidas de apoyo a las empresas, con una reforma energética que les haga competitivas en el exterior, y otra de tipo impositivo que permita reducir los costes laborales, mayores, ha afirmado, que en otros países de Europa.

También se ha mostrado partidario de una reforma fiscal que dé una mayor capacidad adquisitiva a la ciudadanía y permita reactivar el consumo interno, ya que, en su opinión, "con una menor carga fiscal la administración recaudará más".