El sector turístico de la comunidad registró un ligero crecimiento durante el 2013. Fue apenas un 1,2% en el número de viajeros. Gracias sobre todo a la llegada de extranjeros: 526.204 el año pasado. Supone el récord de los últimos siete años. Ahora bien, Zaragoza sigue sin despegar como destino. Más bien al contrario. Caen las pernoctaciones, la estancia media de los visitantes y aunque hay un leve repunte (0,1%) del cómputo total de llegadas, es evidente que la capital no encuentra su sitio ni en el mercado nacional ni en el foráneo.

El Gobierno presentó ayer el balance turístico del pasado ejercicio. Después de una continua caída a todos los niveles, que aún reflejan, por cierto los boletines estadísticos nacionales, los datos que maneja el Ejecutivo parecen apuntar hacia la recuperación del sector. Aragón se consolida como la segunda en turismo de interior, gracias sobre todo a la llegada de extranjeros. La comunidad está dos puntos por encima de la media nacional en el aumento de viajeros foráneos, con un 5,44%, frente al 3,40% del resto del país.

MEJORÍA Aragón tocó fondo en junio del 2012. Desde entonces los datos globales han mejorado hasta registrar un 5% de crecimiento de las pernoctaciones en diciembre del 2013. Las previsiones que contempla el Gobierno es en el 2014 se consolide este aumento e incluso que vaya a más. Achacan este ciclo positivo a las políticas puestas en marcha por la dirección general de Turismo: promoción online, presencia en ferias, nueva imagen de marca, posicionamiento en páginas web especializadas o poner el foco en la gastronomía.

Los datos de crecimiento son positivos en Huesca y Teruel. Se resiente la provincia de Zaragoza, lastrada por Zaragoza que arrastra con su retroceso a todos los niveles al resto del territorio. Lo de la capital no deja de ser curioso. Mientras el Pirineo crece un 25%, la ciudad pierde cuota de mercado. Y eso pese a estar en un lugar estratégico, entre Madrid y Barcelona.

Pero los visitantes apenas permanecen unas horas en Zaragoza. Lo justo para ver el Pilar y la Aljafería. Luego marchan. Las pernoctaciones se desploman un 2,6%. La estancia media es de apenas 1,65 días. El grado de ocupación por habitaciones apenas alcanza el 34,50%. El consejero de Economía, Francisco Bono achacó estos malos datos a las buenas comunicaciones con las que cuenta la ciudad, lo que permite hacer la visita en un jornada. Apostó, como solución, por hacer "más promoción". Y mejor aún, diferenciarla de la que se hace del resto de la comunidad. Con todo, sigue existiendo un exceso de camas que se arrastra desde la Expo del 2008.