La última crecida del Ebro ha anegado ya quinientas hectáreas de cultivos en la localidad de Novillas y otras tantas en Gallur, además de 100 en Pradilla de Ebro, en la provincia de Zaragoza, cuando todavía no ha pasado la cresta de lo que la Confederación Hidrográfica (CHE) ha calificado como avenida ordinaria.

Esta última crecida, que según la CHE será similar a la del pasado mes de enero, está motivada por las últimas precipitaciones de débiles a moderadas registradas en las mitades norte y oeste de la cuenca del Ebro, las más importantes entre las cuencas del Zadorra y el Ara, donde se han llegado ha recoger cantidades de entre 20-40 l/m² o ligeramente superiores.

En la estación navarra de Castejón se han alcanzado los 6,40 metros y 1.542 metros cúbicos por segundo, frente a los 6,30 metros y 1.449 m3/sg de enero.

De este aforo es del que están pendientes los municipios ribereños aguas arriba de Zaragoza, que hoy ya han visto como, sin haber llegado la punta, se les han anegado campos de cereal, alfalfa y leguminosas como guisantes y habas, principalmente.

El alcalde de Novillas, José Ayesa, calcula que todavía se inundarán entre cien y doscientas hectáreas más, cifra que se puede incrementar si el caudal aumenta por el deshielo, lo que puede hacer un "chandrío" en estas tierras.

El motivo, ha explicado a Efe, es que las motas de la margen izquierda están rotas porque "la gente está cansada de arreglarlas" ya que es un gasto "imposible de asumir" avenida tras avenida.

Desde Gallur, el portavoz de la plataforma de afectados por las riadas, Antonio Manero, reitera sus denuncias de que "si el río no se limpia" la avenida llega "cada vez más gorda" y calcula que esta riada hará "más mal" que la anterior.

Manero, quien ha informado de que se han inundado 500 hectáreas de cereal de invierno como cebada, trigo o avena, además de alfalfa, hortalizas como brócoli o coliflor, alcachofas y leguminosas, ha señalado que el agua causa más daño en esta época y que todo dependerá del tiempo en que los campos permanezcan inundados y de las temperaturas, que si son elevadas aumentan el riesgo de podredumbre.

Este agricultor ha reiterado el temor de que si no se actúa en el río, en el caso de que llegara una avenida como la del año 60, con 3.000 m3/sg "arrasaría poblaciones enteras", ya que ahora con menos de 2.000 m3/sg afecta a los campos de Gallur y entonces el agua no les llegó.

Lamenta asimismo que de ser un pueblo "privilegiado" ahora, debido a la ausencia de motas, es "el que más superficie pilla de cultivo".

En Pradilla de Ebro su alcalde, Luis Eduardo Moncín, ha precisado que de momento la población está tranquila, ya que la punta no llegará hasta mañana, aunque sabe que superará las cien hectáreas que se han anegado hasta el momento, ya que se espera que en Castejón aumente el nivel todavía más.

Los que respiran tranquilos en esta crecida son los vecinos de Pastriz, otro pueblo ribereño en el que se reventó una mota en la avenida de enero y que si no se hubiera reparado ahora hubiera inundado el municipio.

El alcalde, José Miguel Ezquerra, ha destacado la rápida intervención de la CHE para reparar esta protección, en la que se emplearon 1.920 toneladas de escollera.

A Zaragoza la cresta de la crecida, según los últimos datos de la CHE, se calcula que llegará a primeras horas del viernes, con 1.487 m3/sg frente a los 1.288 m3/sg que alcanzó en enero.