La presencia de la mosca negra en Aragón, que ya se ha detectado volando en el río Cinca y causado algunos problemas al ganado, en febrero y marzo, estará condicionada por las crecidas de los ríos, como el Ebro, que limpiarán el cauce de algas, dónde ponen sus huevos, según el veterinario Javier Lucientes.

Este veterinario, profesor en el Departamento de Patología Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, ha agregado durante una rueda de prensa con motivo del Día Mundial de la Salud que si se producen lluvias en primavera es posible que haya poca mosca negra, un insecto muy adaptado a las temperaturas frías.

Asimismo, ha señalado que las crecidas de los ríos continuadas, que van limpiando las algas, dónde ponen sus huevos, pueden hacer que, como el pasado año, proliferen menos.

En años secos, según Lucientes, proliferan las algas y se producen brotes importantes si no se toman medidas.

El pasado año, ha informado por su parte el director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Francisco Sancho, se registraron 16.422 consultas en Atención Primaria de picaduras de mosquitos y de mordeduras de mosca negra.

Mientras que en 2012 fueron 27.724, es decir, el pasado año se contabilizaron alrededor de 10.000 menos y en el actual dependerá del régimen de lluvias y del caudal de los ríos, ha precisado.