Los alumnos de la facultad también celebraron la puesta de largo del nuevo centro. Es el caso de Ana, Lorena, Jessica, Esther, Elena e Irene, estudiantes de primer curso de Magisterio Infantil y que, pese a no tener clase, ayer acudieron a ver el nuevo recinto. "Ya teníamos ganas porque la antigua facultad está muy vieja y estropeada, por lo que el nuevo edificio era muy necesario". Y eso que, de momento, aún no hay cafetería. "Habrá que apañarse, pero la verdad es que da gusto ver que no hay comparación en aspectos como la luminosidad. Creíamos que este momento no iba a llegar nunca", aseguraron.