Para evitar el colpaso y ante el constante incremento de defunciones en Zaragoza como consecuencia del covid-19, el complejo municipal de Torrero ha decidido ampliar los horarios del crematorio. Los hornos se inician muy temprano, sobre las 7.00 horas, y hay jornadas que a las 1.30 horas de la madrugada siguen recepcionando cadáveres para incinerar. Al día realizan entre una treintena de cremaciones frente a los nueve que se realiza de forma habitual.

Así lo señalan varios trabajadores a este diario que reconocen el esfuerzo que se está realizando para atender no solo los finados que han dado positivo en el virus, sino también otras muertes cuyas familias reclaman las cenizas con la mayor brevedad posible.

En la capital aragonesa no se están produciendo retrasos como en Madrid en los que hay familias que esperan varias semanas para recibir los restos de sus familiares pero, tal y como reconocen estas mismas fuentes, están dando cita a las funerarias privadas con una demora de tres días mínimo. «Una situación que de normal no ocurre», señala un empleado de una funeraria privada.

CAMBIO DE COSTUMBRES / El Ministerio de Sanidad no obliga a incinerar a los fallecidos con coronavirus, pero el hecho de que no se puedan realizar los velatorios como hasta antes de esta pandemia está provocando «un cambio de costumbres», según este empleado de una funeraria. También se ha extendido la idea que la quema es una medida «más acorde con la alarma sanitaria actual y muchos optan por hacerlo».

Muestra de ello es que ahora lo normal es que se produzcan al día una veintena de incineraciones y que las inhumaciones no lleguen ni a la decena. Una situación impensable anteriormente, señalan estas mismas fuentes.

Pero el aumento de la mortalidad no solo está afectando al crematorio, sino también a la forma de guardar a los difuntos.

El Ayuntamiento de Zaragoza acordó al inicio de la crisis con los tanatorios de las empresas Servisa y Funespaña que estos albergarían fallecidos con coronavirus si fuera necesario descongestionar el complejo municipal de Torrero.

Hasta la fecha, estas funerarias privadas lo que hacían era trasladar lo fallecidos con covid-19 a las instalaciones municipales y mantener en sus cámaras frigoríficas al resto de finados. Sin embargo, tal y como reconocen algunos trabajadores, se están derivando muertos infectados con este virus fuera de Torrero. La cifra no es alta, pero ya ha habido algún caso.

En un pico máximo estos tres emplazamientos podrían mantener en condiciones adecuadas 205 cadáveres. En el municipal han habilitado espacios para albergar 150 cuerpos. Para ello han reservado la cámara de mayores dimensiones, con capacidad para 42 cadáveres, para muertos no infectados con coronavirus y los conocidos como túmulos de las salas de velatorios tienen acapacidad para 79 finados.