María José Carrasco, la mujer a la que su marido ayudó a morir, padecía desde hacía 30 años una esclerosis múltiple. Llevaba mucho tiempo reclamando la eutanasia y, ante la falta de aprobación de una ley que garantice este derecho a morir dignamente, decidió poner fin a su situación con la colaboración de su marido en un calificado suicidio asistido.

Su caso ha dado la vuelta al mundo, ha removido conciencias y ha vuelto a poner sobre la mesa el debate de aprobar en el país una ley de la eutanasia, reclamada desde hace tantos años. José Ramón Ara, neurólogo en el hospital Miguel Servet de Zaragoza y experto en esclerosis múltiple, considera que «los cuidados paliativos no están bien desarrollados y la eutanasia debería estar legalizada», según su opinión. Sobre el caso de Carrasco y cualquier otro, el doctor reitera que «en todos los problemas que se plantean en relación con el final de la vida hay que conocer el caso. Y, en este en concreto, todos lo hemos visto por los medios», apuntó. Respecto a su enfermedad, apuntó que es «una esclerosis muy avanzada» y reconoció que «hay más casos así, pero insisto que hay que conocer cada circunstancia», dijo Ara.

El neurólogo se mantuvo cauto respecto al caso de Carrasco, aunque insistió en que la eutanasia sí tendría que estar permitida en el país. «Lo que tenemos que tomar como gran esperanza es que se sigue investigando en esclerosis, salen fármacos cada vez más seguros y cómodos», dijo. «Los pacientes no pueden olvidarse de que se investiga y deben llevar una vida lo más normal posible porque los efectos secundarios van en descenso», añadió. A. L.