El comercio electrónico ha vivido uno de sus mejores momentos durante los meses de estado de alarma. Si su presencia ya era cada vez más notable, las circunstancias de la era covid-19 han provocado que cobre mayor peso e importancia.

El número de ventas online se ha disparado, la población que realiza las compras por internet se amplía y los negocios que se adentran en el e-commerce son cada vez más. El canal online ha sido el ideal para la compra, pero ha variado su éxito según el momento. La Asociación de Tiendas Virtuales de Aragón realizó un seguimiento y notó un descenso de la venta en las dos primeras semanas en todos los socios, salvo en dos segmentos, que son el de tecnología y el de ámbito personal, relacionado con la salud e higiene.

Fue en Semana Santa cuando se dio un incremento gradual de la demanda de manera generalizada en los sectores del comercio electrónico aragonés. Desde entonces, ha seguido una curva de crecimiento ascendente. «La estimación de nuestros comercios, que son 80, es de un incremento superior al 20%, y hasta el 40% dependiendo del establecimiento», detalla Narciso Samaniego, secretario de la asociación.

Nuevos consumidores

En los cambios, se ha detectado la incorporación de nuevos consumidores a la venta online, que antes eran reticentes a su utilización, así como el ensanchamiento del rango de población que utiliza el comercio electrónico, aumentando la media de edad. «Es una de las consecuencias de que el comercio de proximidad y el físico haya estado cerrado», explica el secretario.

Por otro lado, la necesidad ha obligado a que los comercios se sumen a la red, den el paso a digitalizar sus tiendas para la venta y utilicen los canales existentes pero que no aprovechaban. «Hay que distinguir los que ya ejercían el comercio electrónico de forma habitual de los nuevos pequeños comercios, a los que la necesidad les ha hecho ver que utilizando este tipo de comunicación también se puede vender», comenta Samaniego. Lo que, desde su punto de vista, ha servido para «animarles a que ahora continúen, mejorando el canal y participando en plataformas».

Desde Cepyme Aragón creen que los tiempo corren a favor de que los comerciantes se integren en el comercio electrónico, porque de lo contrario se van a quedar descolgados de un movimiento que es imparable. Aunque su presidente, Aurelio López de Hita, subraya que «esto ha venido para quedarse», precisa que hay que tener en cuenta las circunstancias de cada comercio, su ubicación, el tipo de clientela, el tipo de servicios que presta, etc.

Narciso Samaniego hace hincapié además en que en el empuje hacia la digitalización es imprescindible una estrategia de cómo acometerla y la formación.

La alimentación

La tecnología y los productos de papelería han destacado entre la venta. Sin embargo, ha sido la alimentación uno de los ámbitos que ha dado la «sorpresa». Además del pico de demanda al principio de la pandemia, el hábito de pedir la cesta a domicilio se ha mantenido como habitual.

La situación creada por la pandemia ha provocado comportamientos en la demanda del consumidor desconocidos hasta la fecha. Un ejemplo lo encontramos en la plataforma de servicios al comercio y e-commerce local zerca!, cuya área de alimentación es mizesta.com, la que realiza el servicio de venta online del Mercado de Valdespartera y, desde el pasado 6 de abril también del Mercado Central. En este último inició su actividad registrando, en las primeras 48 horas del servicio activo, más de 250 pedidos. Y a lo largo de estos meses de estado de alarma ha duplicado sus usuarios y multiplicado por cuatro el volumen de pedidos.

«Actualmente, hemos comprobado como gran parte del incremento de la compra online provocada por el covid-19 ha pasado a convertirse en estructural y permanecerá en el tiempo», subrayan fuentes de la plataforma. Los productos estrella han variado en función del mercado durante la etapa de confinamiento; en el caso del Mercado de Valdespartera han sido las frutas y verduras y en el Mercado Central, las carnes y pescados.

Las grandes superficies también se vieron abrumadas. El Corte Inglés multiplicó por diez en alimentación al principio del confinamiento, llegando a hacer 500 pedidos al día entre todos los centros de Zaragoza. En la tienda online hubo muchas peticiones de electrónica y de ocio, así como material para hacer deporte en casa. Los días del padre y de la madre notaron mayor tráfico virtual. Y conforme pasó el tiempo, se demandaron electrodomésticos y artículos del hogar, además de ropa infantil y cosmética.

Isabel Paricio, la directora de comunicación del grupo en Aragón, asegura que actualmente se da más demanda respecto a lo habitual, «hay más que antes del confinamiento y el cliente ahora combina las dos cosas», opina.

A escala nacional, el Observatorio Cetelem Estacional publicó un estudio especial sobre compras online durante la crisis de coronavirus, que refleja que el 62% de los consumidores españoles encuestados asegura que con motivo del confinamiento provocado por la crisis sanitaria, ha aumentado o piensa aumentar sus compras a través del canal a distancia.