Los presupuestos del Ayuntamiento de Zaragoza para 2018 han pasado su último trámite en el Pleno al ser aprobados definitivamente hoy por ZeC, PSOE y CHA, que no han trasladado a las cuentas el enfrentamiento que mantienen por la representación de la oposición en las sociedades municipales.

Precisamente por este motivo, el Grupo Popular ha tratado, sin éxito, de que se retirara la aprobación definitiva de los presupuestos del orden del día pero, al igual que en el rechazo a las cuentas, solo han conseguido los votos de Ciudadanos.

El consejero municipal de Economía, Fernando Rivarés, ha dado cuenta de que las cinco alegaciones presentadas desde la aprobación inicial han sido desestimadas por Intervención.

Ha resaltado que el presupuesto aprobado definitivamente hoy es un presupuesto "útil" para la "inmensa mayoría" de los habitantes de Zaragoza, con 64 millones para inversiones y una especial atención a los derechos sociales, así como el acuerdo frente al "bloqueo de las derechas".

Desde la oposición, el portavoz del PP, Jorge Azcón, ha expresado que entiende que el PSOE no pueda plantear una moción de censura, pero que el presupuesto se entiende como una cuestión de confianza, por lo que socialistas y CHA se convierten en "coadyuvantes necesarios" de todo lo que está pasando en el Ayuntamiento.

A su juicio, este era el momento para que estas dos formaciones demostraran "si de verdad creen lo del golpe de Estado" o "el asco que sienten", en referencia a declaraciones de estos grupos tras la polémica generada en torno a las sociedades municipales, pero, en su lugar, lo que han hecho es aprobar el presupuesto del Gobierno "más antidemocrático" de la historia de Zaragoza.

Por todo ello, lo ha calificado como "el presupuesto de los sillones", ya que cree que no lo votan "por responsabilidad" como dicen, sino porque son "rehenes de Lambán" y porque PSOE, CHA y Podemos "se tienen cogidos" al depender unos de otros ya sea en el Consistorio o en las Cortes de Aragón.

El edil socialista Javier Trívez ha reconocido que su posición es "difícil" después de que 72 millones de euros de las sociedades municipales vayan a quedar fuera del control del Pleno, pero ha insistido en que su apoyo ya se sustanció en enero cuando se produjo la aprobación inicial y que hoy solo tocaba decidir si las alegaciones eran aceptables o no.

También ha sostenido que el PSOE quiere que tanto la Comunidad Autónoma como la capital tengan presupuestos "progresistas" y ha criticado que no los vaya a haber a nivel nacional, al mismo tiempo que ha asegurado que, si no hubieran salido adelante las cuentas municipales, los populares hablarían hoy de "los líos de la izquierda", de "irresponsabilidad", de "varapalo" al tejido social o de ciudad "paralizada".

Sara Fernández (Ciudadanos) ha coincidido con el PP en que el presupuesto "no deja de ser una posible herramienta de presión" para los grupos que apoyan al Gobierno, así como en el "condicionamiento" de la política municipal a la autonómica.

Asimismo, ha rechazado el argumento de preocupación por las inversiones, ya que cuando ha habido presupuestos tampoco se han ejecutado en su totalidad.

El portavoz de CHA, Carmelo Asensio, ha reiterado que no iban a utilizar el presupuesto municipal como "moneda de cambio de nada" ni como "instrumento de presión política", así como que, "a diferencia de otros", tienen "palabra" y no rompen acuerdos "unilateralmente".

Ha puesto en valor que son unas cuentas pensadas "en la gente", con 125 millones dedicados a la acción social, algo que "pocos ayuntamientos" hacen, y mejora de los servicios públicos.

Por último, en respuesta al PP, ha dicho que sí que están "muy pillados", pero "por los ciudadanos", por "decencia política" y porque son "responsables", mientras que les ha acusado de ser "adalides de la política de que cuanto peor, mejor", de querer "castigar a la ciudad" y de "matar moscas a cañonazos".

Rivarés, en el cierre, ha rechazado lecciones del "partido más corrupto y tiránico de la historia", en referencia a los populares.