La falta de radiólogos suficientes para cubrir todas las guardias de manera presencial en el Hospital Obispo Polanco de Teruel ha obligado a establecer guardias localizadas y la atención a través de teleradiología, lo que ha generado críticas entre personal sanitario y usuarios.

Así, de los diez radiólogos que forman parte de la plantilla estructural del hospital turolense, uno se fue del centro el pasado verano, otros dos lo abandonan ahora y cinco son mayores de 55 años, por lo que están exentos de hacer guardias en su mayoría.

Del resto, uno sigue en activo y otro de baja maternal, lo que hace que no haya "profesionales suficientes para poder cubrir las guardias de forma presencial", confirman a Efe fuentes del Servicio Aragonés de Salud.

Fuentes médicas explican a Efe que esta situación afecta negativamente al resto de servicios médicos del hospital, y destacan la rapidez con la que deben realizarse estas pruebas en determinadas situaciones.

Por ello creen que las soluciones adoptadas ante esta situación no son suficientes para atender de manera adecuada a los pacientes que puedan acudir al centro en una jornada en la que no estén estos especialistas de manera presencial.

La solución adoptada para atender el servicio cuando no hay radiólogos de manera física es disponer guardias localizadas para los mayores de 55 años y guardias de teleradiología.

En estas últimas, se realiza la prueba en el hospital y se informa desde otro centro, explican desde el Servicio Aragonés de Salud.

Esto se hace en colaboración con profesionales de hospitales zaragozanos y de Calatayud. "Con este sistema están cubiertas todas las guardias del mes de diciembre" aclaran las mismas fuentes, aunque confían en que sea una situación transitoria ya que "próximamente tiene que resolverse la Oferta Pública de Empleo de Radiología" en la que se ofrecen cinco plazas para Teruel.