El abono usado para las zonas ajardinadas del parque Miraflores disparó ayer todas las alarmas en los vecinos de la zona que pensaron, en un primer momento, que "se trataba de un producto que podía ser nocivo o tóxico". Incluso llegaron a sospechar que se trataba de un acto de vandalismo dirigido a los perros que habitualmente corren por este parque del barrio.

Comprobado que solo se trataba de abono, los vecinos criticaron que se arrojaran estos granos de color azulado "sin ni siquiera trabajar la tierra para ocultarlos". "Consideramos que es bastante peligroso tanto para los niños como para los animales dejar ese abono sin enterrar", denunció un vecino de la zona. Para muchos usuarios de esta zona verde es aún más preocupante que este abono se encontrara "en un tramo tan próximo al paseo peatonal, tan cerca de zonas de juegos infantiles o cerca del colegio y la parroquia".