La Federación Aragonesa de Fútbol ha sido la pagana de la champanada , la fiesta que celebran los alumnos del campus del Actur antes de las vacaciones navideñas. Al cerrarse las instalaciones universitarias, los cientos de estudiantes que participaron el pasado martes en este botellón se ubicaron junto a los terrenos que la federación tiene en esta zona de Zaragoza, lo que obligó a suspender los entrenamientos de una decena de equipos y la escuela para niños. La federación quiere que la universidad y las autoridades tomen medidas para evitar que se repita esta fiesta en sus inmediaciones.

"Hemos sido los más perjudicados. Tuvimos todo el día a cientos de jóvenes bebiendo junto a la tapia y dos furgonetas de la Policía dentro para disuadirlos de que no accedieran a nuestros campos", indicó ayer a este diario un miembro de la junta directiva. Ante esta perspectiva, equipos de Regional Preferente como La Almunia o Illueca o algunas de las categorías del San Gregorio no pudieron ejercitarse. Además, la federación no celebró la escuela de niños, una iniciativa que pretende acercar a los más jóvenes al mundo del fútbol.

El mismo portavoz de la federación pidió soluciones: "En marzo, estos universitarios celebran una fiesta similar, y no queremos que pase lo mismo. Espero que las autoridades tomen nota y hagan algo para impedir que cientos de jóvenes estén bebiendo todo el día en plena calle y sin que nadie lo impida".

La champanada se celebró el pasado martes. Se trata de una tradición que ha degenerado en botellón . Antes, los profesores y los estudiantes brindaban con cava en la cafetería del Centro Politécnico Superior el último día lectivo del año. Pero en las últimas ediciones se trasladó al campus y se produjeron desperfectos y altercados públicos, por lo que en esta ocasión el rectorado suspendió las clases y precintó el campus. Así que los estudiantes se instalaron junto a la federación.