Un grupo de estudiantes de 1º de Bachillerato del instituto Miguel de Molinos, en Zaragoza, alzó ayer la voz contra el sistema de calefacción del centro al asegurar que está «estropeado constantemente desde hace cinco años» y la situación se hace «insostenible» en estos días de tanto frío. «Estamos en clase con guantes y mantas. Ya no sabemos qué hacer. Hemos mandado cartas a la consejera de Educación, hablado con la dirección del centro, pedido firmas en varias plataformas y no recibimos respuesta alguna», señalaron los alumnos.

El Miguel de Molinos tiene varios edificios y, concretamente, los problemas de calefacción se dan en tres aulas de un edificio que fue cedido al centro tras la Expo 2008 y donde se cursa 4º de ESO y 1º y 2º de Bachillerato. En este inmueble, el sistema va por aire y no se trata de unos radiadores al uso.

«Aunque hayamos iniciado las quejas unos pocos, esto es un problema que afecta a muchas personas y todos estamos por la labor para exigir una nueva calefacción o una solución a esto, añadieron los estudiantes, quienes apuntaron que la dirección del Miguel de Molinos le transmite que «es una cuestión de presupuesto» la que retrasa el cambio de la caldera. «Todos los años es la misma excusa o la misma historia. Y no puede ser. Estos días estamos pasando mucho frío», insistieron.

NO HAY AVERÍA

Desde el Departamento de Educación aseguraron ayer que no les consta «ninguna notificación» desde este instituto e insistieron en que «no hay ninguna avería», sino que el sistema establecido en este edificio «no caliente como uno habitual».

Sin embargo, precisaron que «se está licitando un nuevo sistema de calefacción» para este centro porque, en la reunión que se mantuvo con todos los directores de Zaragoza, ya se transmitió que había una «necesidad» de cambio. «Este edificio de la Expo tiene un sistema que se ha ido deteriorando y somos conscientes de ello. En los próximos meses ya se instalará el nuevo sistema, cuando la licitación termine su proceso administrativo», señaló a este diario Isabel Arbués, directora del Servicio Provincial de Educación.

Antes de Navidad ya se compraron varios calefactores eléctricos. «Y hoy mismo —por ayer— se han adquirido más que serán instalados inmediatamente para que los alumnos inicien las clases con ellos ya en marcha», apuntó Arbués. «En ningún caso el sistema está parado, sino que ejerce una potencia diferente. Quizás lo que hay que hacer es encenderlo aunque no haya clases para que se calienten las aulas afectadas hasta que llegue la nueva instalación», dijo.