El informe salarial hecho público por CCOO en Aragón con datos del 2015

aporta un resumen que por intuido no deja de ser desalentador: la cronificación

de la desigualdad. Un trabajo ya no garantiza salir de la pobreza. De hecho,

el 10% de los trabajadores aragoneses cobraron menos de 427 euros brutos

mensuales, motivados por el aumento de los contratos de la jornada a tiempo parcial, consecuencia de la aplicación de las reformas laborales, especialmente la del 2012. Mujer y joven sería uno de los perfiles más castigados en el mercado laboral. Y esta situación de desigualdad se mantuvo

en 2016. Se impone la reversión de la reforma laboral en una situación política

en la que el PP no tiene mayoría absoluta.