Para Fernando Pérez, coordinador de Cruz Roja en Aragón, el cambio legislativo supondrá una dificultad, pero no puede hacer que la atención sanitaria de la oenegé desaparezca. En su lugar, apostarán por una atención en estático. Es decir, no podrán trasladar a los heridos a un centro hospitalario pero sí desplazar el vehículo al lugar de la emergencia --o a un operativo de fiestas de pueblo, por ejemplo-- y centrarse "más en los primeros auxilios que en el traslado de heridos". Un trabajo en parado con el que Cruz Roja pretende minimizar las afecciones provocadas por la nueva norma. "Estamos dándole vueltas para adaptar los servicios y no tener que prescindir de tanta gente".