Cruz Roja ha intensificado su dispositivo de frío con la llegada de la borrasca Filomena en la comunidad aragonesa. En concreto, ha redoblado sus esfuerzos para ampliar la ruta nocturna y ha comenzado a realizar test de antígenos a todas las personas sin hogar que quieran alojarse en el albergue municipal, ya que para poder acceder es necesario presentar una prueba negativa en coronavirus.

Pero no solo lo hacen cuando una persona lo precisa para poder beneficiarse de un servicio social, sino que lo hacen en el caso de detectar algún tipo de síntoma. Los sanitarios de Cruz Roja son los que se encargan de valorarlo y de realizar el test.

Desde la entidad explican que en el caso de que el resultado sea positivo, las personas asintomáticas son trasladadas a la residencia Albertia y las sintomáticas son derivadas al centro sanitario que indiquen desde Sanidad, ya que todos los resultados se comunican al Gobierno de Aragón, que decide en todo momento el protocolo a seguir.

Cruz Roja ha ampliado sus rutas nocturnas, hasta ahora de lunes a viernes, también a los fines de semana y festivos. Cada noche visitan a una veintena de personas, que suelen ver incluso más de una vez en la misma noche para cerciorarse de que se encuentra en buen estado.

Además de tratar de convencerles para que se alojen temporalmente en el albergue o El Refugio, les proporcionan ropa de abrigo y comida caliente. Además, se presta especial atención en que no presenten síntoma de hipotermia dadas las bajas temperaturas. Si se diera el caso, los sanitarios están listos para atenderlos y trasladarlos a un centro hospitalario.

Según informan desde la entidad, solo han conseguido que uno de los sin techo que tienen localizados ha accedido a acudir al albergue durante estos días. Explican que es muy complicado convencerles dado que viven al margen de la sociedad y no quieren tener que estar sometidos a las normas del centro ni obligados a convivir con otras personas.