En el Palomar están que trinan. Los vecinos de este barrio de Monzón no quieren que el cura de su parroquia, la de San José, sea trasladado a Barbastro. Y han montado su particular cruzada contra la decisión del obispo de Barbastro-Monzón, Alfonso Milián, con una campaña de firmas con la que quieren mostrar su malestar. Poco importa que el párroco, mosén Amadeo Elcoso, y el sacerdote que le ayuda, Javier Gros, estén obligados a obedecer la decisión del prelado. Para ellos, mosén Amadeo es un cura cercano, muy integrado en el barrio y con mucha dedicación a enfermos, mayores y necesitados y no quieren que se pierdan "las cosas que con tanto esfuerzo se han hecho".

Así lo ve Rosa María Pinilla, presidenta de la Asociación de Vecinos Miguel Servet, entidad que junto a la Asociación Hogar Madre Rafols, han organizado la campaña de firmas. Según declaraban a Radio Huesca, no están en contra de que les designen otro sacerdote sino de que este, tal y cómo sospechan, no resida en el barrio y solo vaya a oficiar las misas.

Los cambios se tienen que hacer oficiales en el mes de septiembre. Y los vecinos, aunque ven difícil que se revoque la decisión no lo creen imposible. Lo cierto es que, según afirman desde medios eclesiásticos, es habitual que cada cuatro o seis años, las diócesis cambien de sitio a los párrocos. Por más que les pese a los feligreses e incluso a los afectados. Como sacerdotes tienen que obedecer la decisión del obispo y en su mano está convencer a la parroquia.