El grupo municipal de Ciudadanos ha denunciado el estado de «degradación» y abandono en el que se encuentra la plaza Eduardo Ibarra, en el barrio de Romareda. Lo ha hecho después de la sucesión de actos vandálicos que han sufrido los quioscos abandonados desde hace año que se encuentran en mitad de esta espacio de 41.200 metros cuadrados de superficie pensados para el uso y disfrute del peatón, con elementos de ocio y de descanso al aire libre.

El portavoz de Cs, Alberto Casañal, explicó que esta zona, a la que hay que «mimar», requiere de «mucha voluntad política y poco dinero». Para adecentarla, propone la colocación de espacios de sombra, un mayor cuidado de la vegetación, el incremento del parque infantil o la creación de una zona de ejercicios para personas mayores.

Criticó la existencia de un quiosco a la altura del Auditorio que está «vandalizado», con pintadas y cristales rotos, lo que supone «un riesgo para los vecinos». Por ello, instó al equipo de Gobierno que exija a la concesionaria que reponga los cristales rotos, limpie las pintadas y mantenga el local en un estado adecuado.

La empresa que se encarga de la explotación del párking subterráneo, Isolux-Corsán, también lo hace de las cafeterías de la plaza.

El portavoz de la formación naranja ha solicitado al equipo de Gobierno información sobre la situación actual de la concesión para saber si se está cumpliendo o no el acuerdo. También ha pedido toda la documentación existente sobre posibles usos municipales de la antigua gerencia de Urbanismo para conocer los motivos por los cuales no se está dando un uso a este equipamiento «tan importante» para el distrito.

El ayuntamiento tuvo que indemnizar a la contrata con 832.509 euros y ampliar los años de concesión después de que la previsión de ingresos económicos se viera mermada por la anulación de la reforma del estadio de la Romareda. Tras ideas y venidas y varios años pleitos, el consistorio tuvo que pagar una cantidad mínima teniendo en cuenta que la concesionaria llegó a solicitar 20 millones de euros por el agravio económico que supuso para su actividad. Los quioscos llevan años cerrados por su alto coste de alquiler.