La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) critica las condiciones ambientales de los edificios de la Ciudad de la Justicia, y pide a la Administración que tome medidas. Los empleados de la Ciudad de la Justicia han trabajado varios días de enero por debajo de los 20 grados, según los datos recogidos en los termómetros en el interior de los edificios Fueros de Aragón y Vidal de Canellas. Además, y como viene denunciando CSIF desde hace meses, la humedad no llega al nivel mínimo que marca la ley del 30%, lo que provoca malestar ocular, sequedad en mucosas y vías respiratorias, irritación y picor.

El sindicado tiene asumido que "trabajar a 19 grados está dentro de límite legal", pero añade que "no es una situación confortable". El Real Decreto 486/1997 que establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo fija que la temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios como las oficinas debe estar comprendida entre los 17 y los 27 grados. "Pero el 7 de enero la temperatura fue de 16 grados en el edificio Vidal de Canellas", dice CSIF.

“Está habiendo quejas de los trabajadores, que no están siendo atendidas. Desde CSIF preguntamos por escrito esta semana y nos respondieron que solo hubo un problema puntual con la calefacción el día 2 de enero. Sin embargo hemos constatado que ha habido más quejas de los trabajadores”, explica Irene de la Riva, representante del sector de Justicia de CSIF Aragón y delegada de Prevención de riesgos laborales del sindicato.

Según CSIF, el nivel de humedad relativa no llega prácticamente ningún día al mínimo que marca la ley del 30%. "Es más, en edificios con riesgo por electricidad estática, como los juzgados, la humedad relativa debe estar comprendida entre el 50% y el 70%. Muchos trabajadores han denunciado molestias y problemas oculares, y es común la utilización de colirios y geles oculares".