El sindicato CSIF no ha firmado el acuerdo de inaplicación del convenio colectivo vigente que la UTE Nuevos Transportes Sanitarios de Aragón (NTSA) porque considera que los diez puntos que plantea no sirven para solucionar el actual conflicto del transporte sanitario no urgente de pacientes.

En la reunión celebrada en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje, los puntos que se han planteado chocan frontalmente con los derechos de los trabajadores, según informa el sindicato en una nota de prensa.

No obstante señalan que las otras organizaciones sindicales que lo han firmado, como UGT y CCOO, deberán explicar a la plantilla lo que, a partir de ahora, va a ocurrir con sus nóminas y condiciones laborales.

Según CSIF, la aplicación de la propuesta empresarial va a suponer a cada trabajador una pérdida salarial, no recuperable, de aproximadamente 500 euros este año y la aceptación de otras condiciones como la modificación sustancial de las condiciones de trabajo, y otra bajada económica igual si en 2018 y años sucesivos -hasta que haya un nuevo convenio- la empresa no ha conseguido que sus cuentas anuales arrojen un balance positivo.

La nota recuerda que NTSA es, desde el 19 de noviembre de 2014, la adjudicataria del servicio de transporte sanitario no urgente de pacientes en Aragón en un concurso que salió a licitación por una cuantía de 36,5 millones de euros pero fue adjudicado a NTSA porque ofertó 4.160.000 euros menos, en lo que califica como una bajada "temeraria que sabía de antemano no podría cumplir, salvo a costa de los trabajadores".

Además, la UTE no tuvo en cuenta la posibilidad de que se disparase el número de servicios a prestar, lo que le dejó sin derecho a reclamar un pago mayor, y ofreció una serie de mejoras (sillas de rescate para facilitar el desplazamiento de los pacientes en las escaleras o garantía de dotación de dos personas por ambulancia en caso de uso de camilla) que sigue sin cumplir.