Las alrededor de 40 entidades vecinales y colectivos ciudadanos con los que cuenta el Actur serán quienes decidan el destino del presupuesto del que dispone este año el distrito. En esta ocasión, la cantidad asciende a 31.700 euros, 5.000 más que el año pasado. Entre estas organizaciones están las siete asociaciones de vecinos del área, las dos de comerciantes y las catorce asociaciones de padres y madres de alumnos (AMPA) de los colegios del barrio, así como otras organizaciones entre las que hay asociaciones literarias, culturales, de festejos, de mujeres o de mayores. Se espera que la propuesta definitiva de los vecinos esté lista para el mes de marzo.

No es la primera vez que la junta municipal del Actur elabora un presupuesto participativo, pues el año pasado ya se puso en marcha una iniciativa similar. "Pero este año queremos profundizar en el concepto de participación social. Serán los vecinos y colectivos quienes detecten las necesidades del distrito y fijen las prioridades", señaló el presidente del distrito, Carmelo Asensio.

La principal novedad que se ha introducido este año es que las organizaciones no solo plantearán sus preferencias, sino que también elegirán unos proyectos y descartarán otros, en "un proceso deliberativo hasta el final", destacó Asensio. "Hasta ahora, siempre se ha hecho lo que finalmente decidía el presidente de distrito, y esta vez no queremos que sea así", señaló el concejal.

Los representación de buena parte de las 40 organizaciones ciudadanas del Actur mantuvieron el pasado miércoles una primera reunión con el presidente de la junta municipal para definir el calendario y la metodología que van a seguir. En un plazo de tres semanas, el 14 febrero, las asociaciones tendrán que presentar los proyectos que consideren que el barrio necesita.

GRUPOS DE TRABAJO En función de las propuestas de los vecinos, se crearán varios grupos de trabajo por temáticas (acción social, educación...) para analizar y debatir los proyectos. Los resultados de estas deliberaciones se pondrán en común en el pleno de la junta de distrito del 19 de febrero. Y, si no se logra el anhelado consenso, será el consejo rector de la junta --donde están representados los cuatro partidos con presencia en el ayuntamiento, más un representante de las asociaciones vecinales que rota cada cuatro meses-- el que al final decida cómo se reparte la asignación presupuestaria.

Pero Asensio insistió en que "no se trata de votar los unos contra los otros, de enfrentar los proyectos de las distintas asociaciones, sino que trataremos de elegir por consenso entre aquellos temas propuestos".

El reparto presupuestario no contempla actividades para las propias asociaciones. "Para eso ya están las subvenciones municipales para organizaciones", apuntó el concejal. El requisito es que sean proyectos "de impacto social, actividades culturales, educativas y deportivas".

Además, "se primarán los proyectos que generen procesos de participación ciudadana, como el concurso de relatos en el que intervienen todos los colegios del distrito". El de este año se fallará el próximo 15 de febrero.

Otro ejemplo de propuesta que probablemente repetirá esta vez es el programa de educación y tiempo libre que se puso en marcha el verano pasado, y que incluía servicio de comedor becado para los niños.

Según Asensio, su partido, Chunta Aragonesista, está analizando cómo funciona este proceso participativo. "Vamos a experimentar en nuestras juntas de distrito para ver cómo resulta y, así, poder luego aplicar este método participativo en otras áreas municipales", apuntó.