La Agrupación de Apoyo Logístico (AALOG 41) de Zaragoza albergará en el cuartel Capitán Mayoral una agrupación sanitaria de envergadura, de la que formarán parte tanto el Escalón Médico Avanzado Terrestre de la zona norte --actualmente ubicado en el hospital Militar-- como la unidad sanitaria que poseía hasta ahora el acuartelamiento.

Así lo anunció el nuevo coronel jefe de la AALOG 41, Juan Antonio Recas, durante el emotivo acto de relevo de su predecesor, el coronel Juan Romero. De esta manera, se quitarán a la AALOG 41 las funciones sanitarias --actualmente realiza además labores de transporte, mantenimiento y abastecimiento-- y, aunque la nueva estructura se emplazará en sus instalaciones, dependerá de una brigada de Madrid.

El mismo día en el que 67 logísticos partían hacia Bosnia por primera vez bajo mando de la Unión Europea, se celebraba el cambio al frente de la dirección de la AALOG 41 en un acto presidido por el comandante militar de Zaragoza y Teruel, el general Fernando Torres.

Según explicó Recas a este periódico, la reorganización prevista en las Fuerzas Armadas afectará especialmente a la logística, ya que se pretende crear por primera vez una Fuerza Logística Operativa. Pero además, el coronel mostró su intención de "externalizar" a empresas civiles todas las cuestiones que "no sean operativas", como sucede en algunas misiones internacionales.

El coronel, que cuenta con 29 años de servicio en destinos como Gerona, Barcelona, Lérida o Jaca, tuvo palabras de agradecimiento para Romero y alabó "el alto nivel de eficacia logrado por la AALOG 41" a lo largo de los tres años en los que estuvo dirigida por él. Un periodo en el que la agrupación ha sido el puntal de la logística militar española tras abrir las misiones de Afganistán e Irak y participar en otras como Kosovo, la Antártida o Bosnia.

Precisamente, Romero mostró su "profunda satisfacción" por el trabajo desempeñado y destacó la complejidad que entrañaron las misiones de Afganistán, "porque se ordenó con urgencia, hubo que acoger a todos los componentes de la Fuerza Operativa en el cuartel, proyectar la base de tránsito y gestionar todo el material y personal", y la de Irak, un escenario de operaciones "muy difícil y duro". "Cuando llegamos a Irak sólo había tiendas de campaña y 55 grados de temperatura. Montamos todo el campamento y luego nos encargaron el repliegue en unos plazos muy breves, pero todo se realizó con éxito", subrayó.