El Juzgado de lo Penal número 4 de Zaragoza ha condenado a cuatro años y medio de prisión a un vecino de la capital aragonesa, Waldo Miguel Guillén, por el atraco que llevó a cabo en una farmacia del zaragozano barrio de Delicias en el 2019. Tenía antecedentes.

El procesado entró en la botica esgrimiendo un cuchillo y gritó:«Esto es un atraco»;mientras se acercaba a una de las empleadas que salió corriendo mientras era perseguida. Otra trabajadora, al verlo correr, también intentó ponerse a salvo, llegando a caer al suelo junto a su compañera. En ese momento salió la farmacéutica que le dio 390 euros, que era lo que tenía en ese momento a mano.

Tras conseguir su botín se marchó corriendo, se quitó la ropa que llevaba e incluso se sentó en un banco a hacer que tomaba el sol ante la presencia policial que se desplegó. Antes había intentado deshacerse del dinero. No consiguió pasar desapercibido y acabó siendo detenido por los agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que les había activado la sala del 091.

Destaca la sentencia que el acusado presentaba respiración entrecortada y signos de haber realizado un esfuerzo siendo localizada e intervenida por los agentes la cazadora. Las dependientas fueron trasladadas por otros dos policías al lugar identificando al acusado con inmediatez como el autor del hecho.

El fallo no es firme y podrá ser recurrida por su abogada Carmen Sánchez Herrero.