La Policía Nacional ha detenido en Madrid a cuatro personas acusadas de robos con fuerza en viviendas de toda la geografía española, a las que accedían por las mañanas para no coincidir con los inquilinos y en las que entraban con una llave modificada para no dejar rastro.

Según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid, los arrestados son autores de al menos dos robos, uno en una vivienda de Fuenlabrada (Madrid) y otro en Zaragoza, aunque se investiga si han cometido más.

Se trata de tres hombres y una mujer de nacionalidad rumana de entre 38 y 29 años, uno de los cuales tiene diecisiete antecedentes por hechos similares.

La investigación comenzó en octubre del año pasado cuando los agentes se percataron de un robo en una vivienda de Fuenlabrada y, aunque identificaron a los miembros de la banda, éstos huyeron a su país de origen.

Los agentes retomaron la investigación en diciembre, cuando los miembros de la organización intentaron otra acción en una vivienda de Zaragoza.

El 'modus operandi' consistía en acudir a las zonas residenciales de diferentes localidades entre semana y en un horario comprendido entre las nueve de la mañana y las dos de la tarde para hacer un estudio previo de la situación.

Una vez elegida la vivienda, utilizaban una llave previamente modificada en una de sus caras y una lima que encajaba perfectamente en el surco practicado para no dejar ningún tipo de forzamiento en la cerradura. Así no dejaban rastro.

La ausencia de pruebas provocaba que muchas de las víctimas no se percatasen del asalto, o bien que lo hicieran varias semanas más tarde.

Los cuatro detenidos están acusados del robo de joyas, dinero en efectivo y aparatos electrónicos.

Finalmente a mediados de mayo se detuvo a tres personas y en el mes de julio a la cuarta, y se incautaron tres llaves falsas.