Cuatro personas fueron detenidas el pasado fin de semana en la comunidad aragonesa por presuntos delitos de violencia de género. Las agresiones se registraron en Zaragoza y Huesca y los hijos de las parejas implicadas estaban presentes en tres de los casos.

La Policía de la capital aragonesa acudió en ayuda a las 13.00 horas del domingo a una vivienda del barrio de Delicias, donde una mujer denunció a su marido por las agresiones físicas y amenazadas de la que era víctima desde hace dos meses por parte de su marido, Mihele S. I., de 36 años.

Según explicó la denunciante, estos incidentes se repetían desde que el agresor regresó de un viaje a su país de origen, Marruecos, y la había amenazado con quitarle a su hija si ponía los hechos en conocimiento de la Policia.

Ese mismo día se produjo otra agresión en la calle Lastanosa, donde un vecino alertó al 091. Cuando los agentes llegaron al lugar de los hechos, la víctima explicó que había sido golpeada por su excompañero sentimental, que tiene una orden judicial de alejamiento.

El agresor, Fatta H. D., de 32 años, destrozó el carrito donde la mujer transportaba a su bebé, que no sufrió lesiones. Tras estos hechos, se había dirigido al domicilio de su expareja, donde zarandeó y tiró al suelo a su suegra. Allí fue detenido por la Policía cuando de dedicaba a destrozar los muebles de la casa.

Los problemas con la custodia de un hijo fueron el origen de otra agresión ocurrida en el barrio de Peñaflor en la noche del pasado viernes. El agresor, Luis Mariano L. H., de 32 años, amenazó de muerte a su exmujer, a la que intentó atropellar posteriormente con su vehículo dando marcha atrás. La víctima resultó ilesa en este caso y su exmarido fue detenido por la Guardia Civil.

En Huesca, la Policía detuvo el domingo a un vecino de 47 años que llevaba 13 maltratando a su esposa. La víctima nunca había denunciado estos hechos, pero ese día fue atacada con un cuchillo y sufrió heridas en un brazo al tratar de defenderse. La mujer solicitó una orden judicial de protección.

Desde que comenzó el verano actual, los casos de violencia de género se han multiplicado en Aragón, sobre todo en zonas rurales, donde hasta este año apenas se habían producido este tipo de denuncias. Desde el pasado 1 de enero, tres mujeres, dos en Fuentes de Ebro y una en Cariñena, han fallecido por agresiones en el ámbito familiar.