En lo que va de semana cuatro vecinos de Zaragoza han sido hallados muertos en sus viviendas donde residían solos. El olor por la descomposición de sus cuerpos o la ausencia prolongada en su entorno familiar o de amistades activaron la alarma.

El último en engrosar esta lista fue un hombre de 77 años, vecino del zaragozano barrio de San José. Fueron los Bomberos de Zaragoza los que encontraron ayer su cadáver sin signos de violencia y en avanzado estado de descomposición en el interior de su domicilio, ubicado en la calle Emilio Castelar.

Los vecinos avisaron al 092 de que hacía días que no veían al inquilino del piso, por lo que la Policía Local avisó a los bomberos que acudieron al lugar con una autoescala y una ambulancia. Una vez allí, forzaron la puerta del inmueble y encontraron el cuerpo sin vida del hombre tumbado en el suelo del pasillo. Hasta el lugar se trasladó la Hermandad de la Sangre de Cristo de Zaragoza que hizo el levantamiento del cadáver, previa autorización judicial, y lo trasladó al Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) para su correspondiente autopsia que determine las causas exactas de su muerte. De los cuatro zaragozanos fallecidos, uno de ellos, de 57 años, estaba denunciada su desaparición, que fue desactivada. El resto tenían edades comprendidas entre los 77 y los 85 años y vivían en sus casas en las calles Miguel Servet, Puente Virrey y Madre Salinas.

La población mayor de 65 años representa casi el 23% de la población en Aragón. De estas personas, más de 65.900 viven solas, de las que un 68,28 % son mujeres. Sin embargo, el problema no es tanto que vivan solas, sino que esta soledad sea no deseada.

La pandemia de coronavirus ha agravado la situación de las personas mayores de 65 años que viven solas en Aragón, en especial de las que tienen problemas de movilidad. Las restricciones impuestas a los contactos interpersonales para evitar la propagación del virus han recluido más en casa, si cabe, a este colectivo, que es asimismo el que presenta más riesgo de contraer la enfermedad y de no superarla.