Aragón vivió ayer su jornada más trágica en cuanto a siniestralidad vial en lo que va de año, con el fallecimiento de cuatro personas y las graves lesiones de otras dos en cuatro accidentes, a quienes se sumó otros heridos de menor entidad. Los accidentes fueron muy dispares, tanto en ubicación como en tipología, aunque la mayoría se produjeron en el lapso de hora y media y tres de ellos en la provincia de Huesca.

Uno de ellos fue el sufrido por un vecino de Caspe de 68 años, que falleció ahogado en el canal de Civán, al que cayó cuando trataba de salir de su coche accidentado. Según informaron la Guardia Civil y los Bomberos de la Diputación de Zaragoza, el hombre aparentemente perdió el control de su coche cuando iba a cruzar el cauce, sobre las 14.50 horas, y quedó al borde de caer, con la rueda más próxima al conductor en el aire. Al tratar de salir del vehículo, cayó al agua y acabó por ahogarse. Fue hallado tres kilómetros aguas abajo.

A las 15.00 horas, un camión-hormigonera se salía de la A-1223 a su paso por Venta de Ballerías, pedanía del municipio de Huerto, en los Monegros oscenses. Los bomberos de Huesca excarcelaron a la víctima, un vecino de Barbastro de 33 años, M. A. P. B., pero los sanitarios que le atendieron no pudieron estabilizarle, y terminó por fallecer.

Antes, sobre las 13.45 horas, dos turismos chocaban frontalmente en la A-132, a su paso por Ayerbe, dejando dos fallecidos y una herida grave. Tras el siniestro, la pareja que ocupaba uno de los turismos fue trasladada al hospital San Jorge de Huesca, donde a media tarde fallecía el hombre. El otro implicado fue llevado en el helicóptero del 112 al hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde fue intervenido, pero acabó por fallecer cerca de las 23.00 horas.

A ellos se sumaron dos heridos en el choque de un coche y una motocicleta en la N-240 en el término municipal de Berdún, a media tarde. Los lesionados, uno de ellos grave, fueron evacuados del lugar en helicóptero y en ambulancia.