Las trabajadores del servicio de atención telefónica 010 verán incrementado su salario entre un 21% y un 29%. Esta es la propuesta del concejal de Servicios Públicos, Alberto Cubero, que ha negociado con las propias empleadas. Una decisión que no ha gustado a la junta de personal que denuncia que, ahora que son personal municipal, deben estar presentes en aquellas conversaciones relacionadas con sus condiciones.

El 010 se ha convertido en el caballo de batalla de Cubero, que no ha cesado en el intento de municipalizar el servicio pese a los impedimentos que se ha encontrado por el camino y la judicialización del acuerdo de Gobierno de febrero del 2017 por el que alcalde Pedro Santisteve decidió internalizar el servicio y que la patronal de empresarios no tardó en recurrirlo.

La Justicia entendió que las trabajadoras habían pasado a ser personal laboral de carácter indefinido no fijo, después de que Pyrenalia decidiera romper su relación contractual con el ayuntamiento el 1 de julio del 2017, y el consistorio lo asumiera, argumentando la necesidad de mantener el servicio por razones de interés público. Ahora, y en medio del revuelo y la crispación de la junta de personal por la negativa de Cubero a negociar el convenio colectivo e incumplir el actual, según denuncian los sindicatos, el concejal ha decidido mejorar las condiciones laborales de las empleadas sin tener en cuenta la opción del resto de sindicatos, presentes siempre en este tipo de conversaciones.

CAMBIOS / Así, las 12 telefonistas pasarán de ingresar alrededor de 14.000 euros a unos 18.000 brutos (un 29% más), y las dos supervisoras alcanzarán los 21.700 euros, 3.700 más que los actuales (un 21%).

Las actuales «retribuciones voluntarias» desaparecerán y todas las trabajadoras de la misma categoría tendrán el mismo salario. También se mejorarán sus condiciones laborales, regidas por el convenio del telemarketin, que se completará con condiciones que recoge el convenio colectivo para personal laboral del ayuntamiento.

En cuanto al horario, además de tener más flexibilidad, todas las trabajadoras pasarán a tener jornada completa, ya que había varias con media.

Será de 1.600 horas al año, a partir del 2019. Entre enero a mayo, las empleadas ya acumulan 1.764 horas y de junio a diciembre se prevé que hagan otras 1.600.

El acuerdo entrará en vigor a partir del 1 de junio y se creará una comisión de seguimiento de de la que, esta vez sí, formarán parte todas las secciones sindicales.