El responsable de Servicios Públicos y Personal del Ayuntamiento de Zaragoza, Alberto Cubero, no cederá en su intención de rescatar el servicio de atención telefónica del 010 y subrogar a sus 14 trabajadoras, ni con los duros ataques de la oposición, ni pese a que PSOE y CHA le adviertan de que corre peligro la aprobación del presupuesto del 2017, ni con el informe en contra del interventor municipal, encargado de velar por la legalidad. A su juicio, este «no es desfavorable», a pesar de que así lo pone literalmente en el documento, porque ofrece «reparos no suspensivos», es decir, subsanables. Y, así, no descarta desoirlo y «seguir adelante» con la municipalización.

Lo hará, apuntó, si los tres informes adicionales que ha encargado contradicen la versión del interventor. Uno al servicio del 010, otro a los jurídicos municipales y un tercero al área de Economía. El primero, dijo sin concretar cuál, ya está hecho y lo hace. Porque, en su opinión, no es que el interventor diga que es ilegal hacerlo, sino que solo son «discrepancias entre técnicos». «El proceso no está acabado y hay que tener el rigor y la cautela suficientes», explicó el concejal de Zaragoza en Común (ZeC).

Ayer parecía más preocupado por abrir «una investigación» interna que esclarezca quién filtró el documento al PP. «Lo que es muy extraño es que ese informe lo tengan y se reparta en la plaza España. Alguien ha cometido un delito y lo que está claro es que nosotros no hemos sido», expuso. Porque insistió en que todo se debe a una maniobra política desde la oposición, un «sainete» o, refiriéndose al PSOE, «una excusa para tumbar el presupuesto aunando sus votos a los del PP». «Y les voy a decir una cosa: no las necesitan. Nadie se va a sorprender de que voten en contra junto al PP», apostilló.

Lo hizo en la comisión de Servicios Públicos, reanudada tras la suspensión del pasado miércoles, para el desglose del presupuesto del área. Y que dio por terminada sin debatir sobre el polé- mico informe del 010. «Ayer (por el miércoles) ocurrió un sainete y estos son obras cortas, de un solo acto», dijo y se marchó. Tenía potestad para hacerlo pero redobló la indignación de la oposición.

«Solo le ha faltado salir al balcón, romper el informe y tirarlo a la plaza del Pilar», lamentó el conservador José Ignacio Senao, quien le recriminó su «cobardía y huida final». «Parece que él y el alcalde, que se lo permite, están muy a gusto al margen de la ley», añadió. Para la socialista Marta Aparicio, el edil de ZeC «es un peligro para sí mismo y la ciudad» y exigió a Pedro Santisteve «que tome cartas en el asunto» porque el presupuesto está en riesgo «si esto no se encauza». Lo mismo que Carmelo Asensio, de CHA, que le afeó su «falta de seriedad, rigor y respeto», que logra «romper los frágiles puentes de la gobernabilidad» mientras el alcalde «parece que está de vacaciones desde mayo del 2015». La edila de Ciudadanos, Elena Martínez, lamentó la «tomadura de pelo»